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l. F.ebrero Un retrato elemental de su fisonomía como fue también, sin laberintos, su vida: fue un trabajador incansable hasta el final de sus días; tuvo un gran entusiasmo por la investigacibn, esforzándose por estudiar y aprender cuando no sabía, según el deseo del Sfco. Padre San Francisco. Hombre interna y externamente sencillo que, sin necesidad de ocultar los dones con que Dios le había dotado, supo mantenerse en la actitud de los que producen mucho fruto sin hacer ruido. Religioso amante de las glorias de la Orden, al servicio de la cual puso todas sus cualidades intelectuales y espirituales sin demasiada preocupa– ción por recibir las recompensas humanas. Amable en el trato, caritativo, animoso y animador de cuantos encontraban alguna dificultad en su tra– bajo. Ordenado, entusiasta y dotado de unafina ironía que, sin herir a las personas, incitaba a considerar siempre la cara positiva de la vida... Por su capacidad de trabajo, que le espoleaba continuamente en la büsqueda de la verdad, se le puede mirar como el arquetipo de religioso intelectual moderno, envidiable por su rigor científico, por su capacidad de trabajo y su sentido de la realidad cultural. BIBLIOGRAFÍA: AO 111 (1995) 169; BOP 6 (1953) 136, 27 (1974) 460,481, 41 (1988) 136, 45 (1993) 69 s. 124