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dad. Esta consiste en una multiplicidad de "factores" perfectamente ensamblados, el desarrollo de los cuales necesita del ámbito social. Este cultivo de las diversas facetas que componen la personalidad se llama "edu– cación". eón esto por dehmte es relativamente fá– cil acertar en nuestro juicio sobre la situa– ción del hecho educativo en el Delta. Desde una situación "apolítica" como en , verdad es la mía, considero que lo que se está impartiendo en el Delta -salvo casos particulares- es,una "instrucción", no de la· mejor calidad, con muchos y visibles fallos. Como decía~ortega y Gasset, se "está ce– bando" la inteligencia de los jóvenes con unas nociones no siempre útiles para la vi– da, con unos datos de ayer privados de su fuerza y virulencia originales por una exposi– ción acrítica y .ajena a nuestra realidad cul– tural, con unos conocimientos, en fin, apren– didos con alfileres, sin haberles hincado el , diente de la crítica personal. Una instruc– ción "nocional" a descompás de la vida na– cional, sin referencia ni prospección de fu– turo, con problemas hipotéticos, sin mucha participación y con casi total nulidad de in– vestigación seria. Cuando oímos hablar de "crisis de la educación", se está haciendo referencia a estas y otras deficiencias. vgr.. profesores sin títulos, ausencia de locales adecuados, falta de presupuesto, carencia de materiales educativos, etc. "Educar", no se puede decir que se esté haciendo. ¿Quién, entre los docentes, se preocupa de acompañar al niño o al joveri en ': 1 .i