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ESCRITORES CAPUCHINOS Cristianos en duda y en der1da, en El Mensajero Seráfico 1976, 178-179. Encuentros humanos, en El Mensajero Seráfico 1976, 227. 403 ¿Dónde se encuentra el verdadero cristianismo?, en El Mensajero Seráfico 1976, 250-251. La pornografía deshumaniza, en El Mensajero Seráfico 1976, 318-319. «La civilización del amor», en El Mensajero Seráfico 1976, 355. 1977 ¿Es posible la convivencia?, en El Mensajero Seráfico 1977, 14. ¿Es eficaz la Iglesia?, en El Mensajero Seráfico l9T7, 56. Espontaneidad, autenticidad y libertad, en El Mensajero Seráfico 1977, 86-87. Los ojos de la incredulidad, en El Mensajero Seráfico 1977, 119. El estruendo de las palabras, en El Mensajero Seráfico 1977, 146. «Si me crees, me salvas», en El Mensajero Seráfico 1977, 178-179. Francisco, una utopía viviente, en El Mensajero Seráfico 1977, 272-273. ¿Sólo existe una forma de evasión?, en El Mensajero Seráfico 1977, 346. 1978 Caos o «atracción», en El Mensajero Seráfico 1978, 22-23. «El carisma de la feminidad», en El Mensajero Seráfico 1978, 46-47. Mensajeros del bien, en El Mensajero Seráfico 1978, 90. Iglesia, no; Cristo, sí, en El Mensajero Seráfico 1978, 119. ¿Crisis de estrt1cturas o crisis de personas?, en El Mensajero Seráfico 1978, 150-151. Dios no está de moda, en El Mensajero Seráfico 1978, 214-215. ¿Infantilismos en la Iglesia?, en El Mensajero Seráfico 1978, 250-251. Ser faros de luz, en El Mensajero Seráfico 1978, 290-291. 1979 Infantilismo y frustración, en El Mensajero Seráfico 1979, 14-15. Bástale a cada día su afán, en El Mensajero Seráfico 1979, 178. La vida está en tu mano, en El Mensajero Seráfico 1979, 218-219. El que de vosotros esté sin pecado ... , en El Mensajero Seráfico 1979, 253. La provisionalidad de nuestra fe, en El Mensajero Seráfico 1979, 282. La lámpara de tu cuerpo es tu ojo, en El Mensajero Seráfico 1979, 319. c·Cómo encontrar la serenidad?, en El Mensajero Seráfico 1979, 346-347. 1980 Sexo, misterio y naturalidad, en El Mensajero Seráfico 1980, 18-19. ¿Quién ed11ca a la juventud?, en El Mensdjero Seráfico 1980, 46-47. El Espíritu es el que da la vida, en El Mensajero Seráfico 1980, 86. r:·Para qué sirve la libertad?, en El Mensajero Seráfico 1980, 114-115. r:·También vosotros me queréis abandonar?, en El Mensajero Seráfico 1980, 146-147. Reflexiones en un atardecer, en El Mensajero Seráfico 1980, 178-179. ¿La Iglesia es lenta?, en El Mensajero Seráfico 1980, 214-215. «Un mundo para ellos» «El fracaso escolar», en El Mensajero Seráfico 1980, 244-245. «Es bueno que ttÍ existas», en El Mensajero Seráfico 1980, 278-279. e-Los éxitos pueden conducir al ateísmo?, en El Mensajero Seráfico 1980, 314-315. ¿Dónde encontrar la felicidad?, en El 1vfensajero Seráfico 1980, 350-351. r:"Quién es el verdadero enemigo del hombre?, en Evangelio y Vida 22 (1980) 144-145. La preocupación de Dios es el hombre, en Evangelio y Vida 22 (1980) 67-68. La provisionalidad de nuestra fe, en Evangelio y Vida 22 (1980) 118-119. Un mundo segtÍn Dios, en Evangelio y Vida 22 (1980) 173-174.

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