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588 P. IV.-CIENCIAS AUXILIARES en las mismas circunstancias se darán idéntimos fenómenos etno– lógicos, se producirán las mismas culturas y tendremos formados los llamados paralelos etnográficos, correspondientes a pueblos o comarcas distantes en los cuales preside la misma ley evolutiva, confirmando de esta manera la doctrina del evolucionismo. Cier– tas propiedades de secundaria importancia producen, además, «voLKERGEDANKE» (pensamientos populares), fruto del clima y de las relaciones externas del ambiente, de donde procede la confusa variedad de los pueblos primitivos. Con esta teoría se creyeron llenar las lagunas y suplir los de– fectos de la evolucionista, y se llegó a aplicarla a pueblos lejanos y distantes en los que faltaban elementos necesarios para formarse juicio, siguiendo sólo estas normas y reglas subjetivas, y más o menos arbitrarias, como se podría comprobar con multitud de ejemplos. Hoy está claro y patente que en los procedimientos para apre– ciar y valorar psicológicamente los elementos culturales, es nece– sario atender al lugar, al tiempo y al origen de los mismos, no pudiéndose aplicar las analogías culturales sólo por la identidad específica de la naturaleza humana ; porque los efectos particu– lares dependen de causas también particulares a ellos proporcio– nadas. 700. III. La teoría de Bastián era muy deficiente, y no resis– tió a la crítica, levantándose contra ella acerbas polémicas; pero vino a sustituirla otra nueva, fundada en las investigaciones his– tóricas, la cual considera todo el conjunto cultural como algo de– pendiente del lugar de origen. Comparando entre sí elementos se– mejantes en los diversos conjuntos, se deduce que el desarrollo no ha seguido un camino ascendente en línea recta ; pero que se– mejantes formas, nacidas en un mismo lugar, se fueron separando ilimitadamente, dependiendo, por tanto, sólo en su origen unas de otras. Esta teoría, llamada de em,igración, fué fundada por F. Ratzel, perfeccionada luego por Graebner y Ankermann. Se demuestra, asimismo, que no sólo los elementos culturales aislados se han ido dilatando desde su origen, sino también todo el con– junto (Kulturkomplex) o, por lo menos, su mayor parte. Esa mutua y orgánica permanencia ha esparcido por el mundo no sólo algunos utensilios u objetos materiales, sino también seme– jantes caracteres e ideas sociológicas, mitológicas, éticas y reli– giosas, que a manera de un todo circunscripto, cada una de por sí, ha llegado a formar una unidad, por razón de su común origen causal e histórico. Esto ha dado lugar a la formación de los llama– dos ciclos o circunscripciones culturales. Esta nueva teoría fué perfeccionada por el P. W. Schmidt y algunos otros etnólogos mo-