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CAPITULO III DE LOS METODOS ETNOLOGICOS También los procedimientos empleados en los trabajos de Et– nología tienen su historia, pues sólo después de largos esfuerzos y evoluciones han logrado conquistar el lugar que hoy ocupan en el ramo del saber. Hablaremos de los más destacados. 698. I. En el siglo xrx, la Etnología recibió una orientación perjudicial por el predominante evolucionismo materialista. En el supuesto de los evolucionistas, las culturas humanas han venido por evolución, lo mismo que el mundo vegetal y animal. La hu– manidad ha ido ascendiendo gradualmente de lo más grosero, sim– ple, abyecto y rudimentario de las culturas primitivas, hasta la más elevada cumbre de la civilización cristiana. Y, aplicando el principio de selección, lo desfavorable, imperfecto, defectuoso, et– cétera, ha ido desapareciendo paulatinamente, siendo sustituído por lo más favorable, perfecto, noble, que se encuentra en los pueblos cultos, habiendo sufrido todos los diferentes grados evolutivos. Estas hipótesis y teorías son totalmente arbitrarias y subjeti– vas, sin que sus defensores se hayan tomado la molestia de aducir pruebas de sus apriorísticas afirmaciones acerca de las tales evo– luciones. Además de las infranqueables lagunas del método evo– lucionista, se encuentra en pugna con la historia ; pues investiga– ciones recientes nos demuestran que pueblos antiguos de evolu– ción material muy rudimentaria poseían un nivel de cultura bas– tante elevado, signo evidente que entre las dos no existe estrecha correspondencia, según sostienen los evolucionistas. 699. II. Para llenar, sin duda, estas deficiencias, vino Bastián con su célebre teoría de los pensamientos elementales. Según él, la naturaleza íntima de la «Psiche» humana es esencialmente igual en todas las razas, en todas las latitudes y bajo todos los cielos, ya sea en sus aptitudes, ya en sus necesidades y desarrollo. Por esto,