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- 1c;9 - minen los estudios, pues hacer lo contrario es formar hipócritas, que más tarde serán casi otras tantas de– fecciones para la Orden (1). Padres Lect.ores. 313. Para el debido aprovechamiento de los dis– cípulos, requiérese en los Lectores una preparación especial: Por tanto, en igualdad de circunstancias, para Lectores de Filosofía, de Teología y de Derecho canónico, sean preferidos los que tengan grados aca– démkos obtenidos en alguna Universidad Pontificia (2). A los Lectores corresponde principalmente la / or– maci6n intelectual de los colegiales; pero no cabe la menor duda que deben también cooperar positivamen~ te con sus palabras y ejemplos a la formación es– piritual de los mismos. Los Lectores y Profesores son nombrados por el De– finitorio provincial. Bibliotecas. 314. La perfección de los estudios exige que nues– tras bibliotecas estén a la altura de las circunstancias de los tiempos, pues sería lamentable que después de haber sido adiestrados los soldados para la guerra, no pudieran librar las batallas del Señoir por falta de armas acomodadas. No se olvide que en la Iglesia se templa el corazón y en la biblioteca se ilustra la inte– ligencia ; por lo cual ha de procurarse que haya abun– dancia de libros antiguos y modernos, necesarios y útiles a nuestros ministerios. Los Superiores pueden autorizar el uso privado de algunos libros necesarios a quienes, con el mérito de la obediencia, se dedican a estudios especiales (3}. (1) Circular de N. Revmo. P. General, 6-1-1920. (2) c. 1366, I. 0 (3) Constit. n. 21 !.-Ceremonial de Castilla, II, pág. 50.