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- 133 - i;-:.:.s.-~.:.s.-s=-.:.s.-~.:.s.-.:s:-.:.s:-u obedecer; pues muerto del todo á su al- bedrío, sólo manifestaba su vitalidad, Como se por– cuando la obediencia lo ponía en movi- tó en ellas. miento. Por estos grados fué ascendien- do á las dignidades nuestro Fr. José, porque éstos en la realidad deben ser en la religién los méritos para obtenerlas, :vues mal podrá desempeñar las obliga• ciones de prelado, por más que en lo es- peculatho las hayfl alcanzado á saber, (si es que se ha detenido á aprenderlas,) quien no ha sabido ser súbdito, ni ha practicado las observancias de la Orden. Entre Jas muchas y heróicas virtudes en que resplandeció nuestro Venerable, la que s::ibre todas manifestó más sus brillos, fué la caridad con el prójimo. por cuyc, motivo siempre vivía con el quebranto de considerar la perdición de tantas almas como vivían sepultadas en las funestas sombras del gentilismo, por falta de operarios que les comunicasen las luces evangélicas de la fé; pero so– bre todo á quienes tenía la mayor com– pasión era á los negros, entre los cuales había muchos católicos, y por la falta·de ministro;, iba decayendo mucho entre ellos el conCJcimiento y fé del verdadero Dios. Con ansias nacidas de lo abrazado de su co:-azón deseaba S6 le proporcio– nase ocasión de emplearse en este Apos– tólico m:nisterio; pero como entonces no podía pc-ner en ejecución sus deseos, se contentaba 'Con pedirle á Dios que pro- Desea ir e;n• veyese de remed10 oportuno á aquellas tre infieles. ahllus tau uecesitadas de él; y estas fue.-