BCCCAP00000000000000000000587

99 cerebro y de la médula espinal, qije es como si quisieran con– vencerme de que estoy pensando ahora con mi pluma. L1;1 misma Psicología esperimental a pesar de sus tendencias ma– terialistas, aporta pruebas contra el sensismo, demostrando que en las ideas se encuentran elementos extrafíos que no se hallan en la sensación. Lo cual'viene a confirmar la espiritua– lidad,del alma. Y lo mismo digo.de toda la bulla.que se armó con la Frenología de Gall y Lombroso, y el ángulo facial de Gamper y la teoría de Blumenbach sobre el volumen y el peso · del cerebro, cosas todas que de ser científicamente ciertas, que no lo son, no demostrarían sino ese hecho tan vulgar en todos los órdenes, es decir, que el obrero trabaja mejor con un buen instrumento, que con uno malo, y el cerebro no es sino el ins– trumento del alma, pues sabido es que estando destinada el alma humana a vivificar el cuerpo, su espiritualidad no _es per– fecta, ya que por su misma naturaleza no puede desarrollarto– da su actividad, sino unida a él, de modo que todo el estupen– do edificio levantado por el pensamiento humano, radica en las sensaciones que reciben los sentidos y que son como el po– len con que el alma fabrica su miel, pero sin que esto quiera decir que no tenga el alma un campo de acción independiente de la materia, como hemos visto. .Pues de aquí mi querido amigo, a la inmortalidad del al– ma, no hay sino un paso que lo podemos dar bien seguros, apoyados en la lógica más sencilla. Porque si el alma es una substancia con esencia y actividades propias, si es ~spiritual y más que espiritual, simple; si es cierto que en la naturaleza nada se pierde, ni se aniquila, tenemos que deducir que el al– ma, después de separarse del cuerpo por la muerte, no se des– compone ya que carece de partes, sino que sigue existiendo y y obrando con su vida propia, o lo que es lo mismo, que el alma es inmortal. Por eso se ha comparado muy bien el alma y el cuerpo del hombre a dos·socios que se unen para realizar el negocio de la vida, pero con la diferencia que el alma no pone todo su capital como lo pone el cuerpo; y de ahí restllta 1 8

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz