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Las 5 llagas del Señor Lunes: 10 Enero 1994: CAPELLANIA DEL HOSPITAL D esde Galicia viene a caballo desbocado una galerna con el vientre cargado de agua, granizo y nieve. El caballo-viento se ha adelantado. Y aquí están ya los vientos cuchilleros. Es negra y fría la noche prolongada. A las 8.30 de la mañana el cielo todavía estaba cerrado y desamparador. El parte meteorológico está ya aquí anunciando complicaciones... Valles anega– dos por las torrenteras que se suman. Puertos de montaña cerrados al tráfico. Montes y laderas sobre las que cae la nieve intensa, como un semen cósmico que lo fecunda todo, que muere para que nazca otra cosa: la primavera que viene... que puntual estará ahí pronto... Uno va por las calles como pulguita de Dios, abandonado, hojas sin rama, solo y nadie... Los coches pasan como huyendo del diablo... Una pared blanca, importuna para la pintada. Pero ya se sabe, pared blanca, pared de necios. Con gruesos trazos de spray han escrito para la revolución «pen– diente» ¿de qué?:« Ni PSOE, ni PP: ¡Militares al poder!». Y lo firma con unas flechas de indios y en haz... Personas que añoran otros tiempos por miedo a vivir de veras en el que nos ha tocado. Eso sí con todo el derecho de expresarse. Renacen violencias minoritarias, pero preocupantes, por toda Europa. Ahora has– ta los mancos manotean. A otros se les quiebra la voz de gritar consignas, que les queda ronca y poca. Cabezas rapadas y botas paramilitares... Son los signos, los símbolos, los fantasmas de los mitos de cada tiempo. Pero son y están ahí. La no-violencia, los pacifistas, los derechos humanos, los insumisos y tantos y tantos más se agrupan se organizan, para acabar con la violencia a la que el hombre es cíclicamente proclive. Hay muchos que piensan que la no-violencia es una actitud de pasividad o de faci– lidad. Nada más falso. El silencio nunca fue callarse la boca, mirarse hacia dentro ce– rrando los ojos y dejar hacer... La no-violencia de un cristiano es una postura afirmativa y fuerte (la «otra mejilla» como rompeolas) de oposición a toda justificación en nombre de lo que sea para toda violencia... Comienza sobre su propio campo interior y exterior para llegar a rehusar toda violencia, que de la sociedad aprendemos desde niños. 261