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P. Eusebio Villanueva Miércoles: 29 Dic. 1993: CAPELLANIA EN EL HOSPITAL S igue lloviendo esa agua universal que cae sobre todos los cantábricos del mundo. Uno esponjea humedad en el respiro. Y hasta en el suspiro. Desde el pobre hasta el pocamierda avaro. Que los cielos hacen justicia distributiva sobre justos y maleantes. Aunque no a todos moja igual. Todo está para cumplir como la atmósfera lo dispone. Y uno está como los pastores de Belén, mirando y aguantando no más. Así llevamos una semana de santo sudario celestial. Hoy tengo que hacer jornada de Hospital. Son los reajustes de «fiestas». Y allá me voy en el Bus 11 «a cá» mi Señor Jesucristo, que es todo hospital. A servir y estar con ese mundo de la salud y del dolor, donde algunos de puro sufrimiento y soledad hasta se les olvida su «matalascallando» redentor. ¡Que sea lo que Dios diga! Tomo el relevo a las 9'15 y coloco el «busca» a caminar y esperar aviso. Sólo estaré media jornada. En la Planta 6ª me encuentro con una madre que lleva a su hijo al «Proyecto Hombre», junto al Albergue Covadonga. La pregunto por su hijo y los progresos... en el desengancharse de la droga. La pobre mujer tiene el alma en un suspiro, pero una luz se agranda en su noche maternal. La esperanza es lo último que se pierde y lo primero que nace y crece... Y ella tiene una gran esperanza, me dice. Hablamos del «Proyecto Hombre» de otros colectivos de recuperación por donde ha pasado, de la droga, de tanto dolor y de tan poca ayuda. Hablamos del ambiente de la droga y de ese horror que se cierne sobre todas las mañanas de los adictos... El opio del pueblo es... ahora, el opio, la droga... Hablamos de la vida y de la muerte de los drogados, y de los padres. De los culpables y de las víctimas; que las escaleras «se barren» de arriba para abajo, lo quieran o no lo quieran, y desde luego no al revés. De sufrimientos de madre, allá muy en el alma, de sin lágrimas ya, de infinitos... Con brazos en cruz y «vengaanosotrostureino» ... durante lunas y lunas, hasta ensordecer a Dios con tanta plegaria. De no saber qué dice Dios» ... Es tal el ambiente que alguien definía muy parcialmente, muy injustamente, así, las etapas de la juventud en: infancia, alcoholdrogalescencia y chupentud... » 234

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