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Las 5 llagas del Señor Miércoles: 22 Dic. 1993: ALBERGUE ntramos de la mano de la radio-altavoces en el día de la «navidad pagana» del dinero sorteado en lotería. Frío de quebrantahuesos y una atmósfera «cargada de electricidad». A tope en su alto voltaje de ilusiones del Sorteo de la Lotería Navidad... El templo: en ese Sión de la Capital de las Españas: Madrid-Jerusalem, con la fastuosa liturgia nacional en la pantalla y en las ondas... La TV y Radio Nacional. Adoradores y devotos, en culto de latría, dulía e hiperdulía, ante su «mesías» salvador: el Gordo y sus ídolos satélites de premios secundarios y pedreas... Con su «adviento» de preparación, que ha estallado en traca final: la publicidad consumista... El fervor esperantista se ha ido creciendo con los días y las proximidades del nacimiento del «gordo» ... Hoy los ángeles-niños de San lldefonso se han ensayado y emplumado para cantar el «gloria» de los números del bombo electrónico... Las gentes, papeletas de participación en mano, orantes y apremian– tes, esperan al «anunciado», al de la «salvación total» de sus sueños... 180 mil millones de esperanzas... La pena es que es un «salvador» para pocos, y... para qué... Pero se le espera oídos-ojos-corazón abiertos. Una Navidad, reducida a esto, es para mondarse de llanto... Junto a esta «navidad del dinero», de la sacrosanta Lotería, está y se vive otra «navidad» del consumo. Es un momento fuerte de esta sociedad clasista y consumista. Y que es «correa de transmisión» de sus falsos valores... ¡ De qué modo y con qué fuerza!. .. Es la gran ocasión del año para regalar y hacerse regalar. De organizar cenas y comidas a lo buitre. De beber en cantidades navegables. De crear necesidades absolutamente artificiales. Y eso a pesar del «Paro» generalizado del momento. La propraganda comercial nos tiene habituados cada año a un «diluvio» más anticipa– do y más largo, para anegar y colocar sus productos navideños o del tiempo. No duermen el afán, como no duermen los ríos. El río no quiere llegar a ninguna parte. Lo que quiere es llegar a ser más grande, más hondo, con más caudal. .. Prostitu– yendo las palabras más cargadas de significado: verdad, felicidad, vida, fraterni– dad, Paz, Dios («el turrón como Dios manda»), banalizándolo todo a su paso. El tema religioso se instrumentaliza como reclamo dentro de un engranaje consumista. Como aquel anuncio: «Navidad-regalo-novedad-prestigio: 4 motivos 213

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