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122 espíritu de los indios entre los cuales vivían. No expropiaron sus tierras, ni los empujaron más atrás de aquella frontera siempre retrocediendo. Difundieron religión; fomentaron ganadería, carpintería y tejidos; ensefiaron a leer y escribir. Y esto lo hicieron no durante dos o tres afios, sino por veinte, treinta o cuarenta afios, hasta que el trance de la muerte ponía el sello final a su sacrificio. Su esfuerzo por el mejoramiento y el desarrollo espiritual del pueblo fue uno de los más heroicos y humanitarios que la nación americana ha experimentado, y la historia que ellos escribieron en Florida es tal que la podemos ponderar muy bien en este afio Bicentenario según reflexionamos en las desventajas de nuestro tiempo en los ghettos, en las cabafias de los obreros migratorios, en los bolsillos de la pobreza rural. Justica social Un importante aspecto de referencia que nos sugiere la experien– cia espafiola es la justicia social. Hoy ponderamos mucho preguntas como estas: ¿Qué es el hombre?, ¿Cuál es el sentido, el valor del hombre?, ¿Cuáles son sus derechos naturales, sociales, politicos y religiosos? Muchas de estas interrogantes se plantearon los espafioles en aquellos tiempos acerca de los in– dios: ¿Qué es el indio?, ¿Es un ser completamente humano igual que los espafioles?, ¿Tiene sus derechos humanos y civiles del mismo orden que gozan los espafioles? A todas estas cuestiones la Iglesia en Espafia y en La Florida dio contestaciones afirmativas. De hecho, las respuestas dadas eran idénticas, casi al pie de la letra, a las dadas cuatro siglos después por el Vaticano II en 1962-1965: «Puesto que todos los hombres poseen un alma racional y han sido creados a imagen de Dios, puesto que tienen la misma naturaleza y origen ... gozan de la misma vocación y destino. La igualdad básica de todos debe recibir reconocimiento siempre creciente. Respecto a los derechos fundamentales de la persona, todo tipo de discriminación, sea social o cultural, basada en sexo, raza, co– lor, condición social, lengua o religión, debe ser superada y desarraigada del todo, como contraria al designio de Dios». Teología y Derecho: Evangelio Estos ideales de la justicia social no son nuevos. Han sido pro– clamados por los cristianos a través de los siglos. Se articularon aquí en la Florida espafiola hace; y algo más que esto, aquí se llevaron a la Esta práctica fue básicamente fervorosa defensa de los derechos de los indios, una defensa que se apoyaba en dos de los más fundamentales presupuestos que un
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