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DOMINGO DECIMO TODO SE PERDONA LECTURAS: GENESIS, 3, 9-15 2.ª CORINTIOS 4, 13-15 MARCOS 3, 20-35 Ante las palabras de Jesús en el Evangelio de hoy, y otras paralelas, muchos se han quedado perplejos. ¿Hay pecados que no se perdonan? Hay que decir des– de el principio que todo se perdona. Todo. Absoluta– mente todo. No hay pecado tan grande que no pueda ser perdonado. Por muy infinitos en malicia que quera– mos hacer nuestros pecados, únicamente es infinita la redención de Cristo que se nos aplica en el perdón de los pecados. Así. ¿Entonces? Sucede que para la válida y fructuosa recepción del Sacramento se requieren varias condicio– nes. Y la más importante es el dolor ele los pecados. Sin arrepentimiento no hay perdón. Ni en los pecados con– tra el Espíritu Santo, ni en la más mínima de las faltas. Cristo, cuando le pedían un milagro, siempre pregun– taba: "¿Crees que yo puedo hacer esto?". Confía, todo es posible al que cree. Cuando no hay fe no hay dolor, ni esperanza, ni nada. No se espera el perdón de Dios porque ni siquiera se pide. Uno mismo se cierra la puerta al perdón y a la gracia. Por mucho que luzca el sol, ele nada nos sirve si cerramos los ojos. El Cura de Ars, práctico en perdonar pecados, 134