BCCCAP00000000000000000000538

RO P. Jl'STO DE YILLARES, O. F. M. de entender el alivio de todas las necesidades para la vida, como son el vestido honesto y la habitación decorosa. Para muchos Santos Pa– dres el pan nuestro de cada día es asimismo el Pan Eucarístico necesario para el alimento del alma. Y perdónanos nuestras deudas así como nos– otros perdonamos a nuestros deudores: Nues– tras deudas con Dios son nuestros pecados y de éstos le rogamos que nos conceda el perdón. Como argumento para moverle a clemencia aducimos el hecho de que también nosotros perdonamos a nuestros hermanos las ofensas que nos han inferido. Esta petición para los que no quieren reconciliarse con sus prójimos es su propia condenación. Y no nos dejer caer en la tentación: Como la te11tación de suyo no es pecado, no rogamos al Señor que no nos la deje tener, sino que no permita que la tentación nos venza. Y además, que aleje de nosotros aquellas circunstancias: ocasiones, cargos, personas que, dada nuestra fragilidad, nos llevarían al pecado. Algunos, co– mo Maldonado y el P. Andrés Fernández, en– tienden la petición de no entrar en la tenta– ción. "Y no nos dejes entrar en la tentación". Porque dicen: "La tentación de suyo ya es un mal". Mas líbranos de mal: Esta expresión es un

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz