BCCCAP00000000000000000000526

te, la plenitud del ser, el que es causa del ser de todo lo creado por El, el acto puro. b) En un sentido histórico y permanente, el que está con vos – otros para conservaros, asistiros, defenderos y haceros felices. Los dos significados son completados por la definición que nos da San Juan: «¡Dios es AMOR!» (Jn 4, 16). Decía S. S. Pío XII que, «para el cristiano, como decía San Juan, Dios es amor, que de amor vive, que por amor conserva (re-crea), por amor se encarna y redime, es decir, salva y santifica». 2 .-Dios, al re-crearnos e conservarnos no~ sigue amando U no de los principios filosóficos elementales es éste: «el amor es difusivo por su misma naturaleza». Pero, es, sobre todo, indiscu– tible verdad teológica. Jesús, al defenderse de la acusación de los judíos que decían que «trabajaba» en sábado - lo que prohibía la antigua ley- , porque en ese día hacía milagros, curando amorosamente a los enfermos, le dice que, al ser El divino como el Padre, lo mismo que su Padre puede obrar por amor continuamente. (Jn 5, 17). Magistral el discurso de San Pablo en el Areópago de Atenas. Muy bien preparado filosófica y literariamente en el que, entre otras cosas, dice que Dios que hizo el mundo y cuanto hay en él, todo lo hace amorosamente: da la vida, el aliento y todas las cosas a los hombres para que éstos, aunque sea a tientas, le hallen, pues no está lejos de nosotros. Porque en El vivimos, nos movemos y existimos, como lo habían dicho algunos de los poetas: «Somos también linaje -de Dios» y fruto de su amor. (Act 17, 16, 33). 3.-Deber de correspondencia al amor de Dios (Primer Mandamiento) Dice una antigua, pero inteligente canc,on que «amor con amor se paga». Aunque, antes que la copla popular, nos había dicho San Juan que tenemos dos razones para amar a Dios: a) «Porque El nos ha amado a nosotros y ha enviado a su Hijo corno víctima propiciatoria por nuestros pecados». (/ Jn 4, 10) (Jn 3, 16) . b ) «Correspondamos a su amor, porque primero nos ha amado El». (/ Jn 4, 19). 84