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V 1 1 «LOS MANDAMIENTOS, son los consejos del Padre Celestial a los hijos que parten al accidental destierro en valle de lágrimas : No olvides a tu Padre, acuérdate de mí (1 . 0 ) ; respeta el nombre de Padre (2 . 0 ) ; escribe cada semana, llámanos por teléfono (3 . 0 ) ; sé amable, atento , cortés, servicial a todos (4 . 0 ) ; no seas vehemente, díscolo, perturbador de la paz (5. 0 ); cuida no rebajarte en lo que pienses, hables, mires o hagas (6. 0 y 9. 0 ) ; no robes o defraudes (7 . 0 y 10. 0 ); no mientas, no des– honres, no difames (8 . 0 ). Cumpliéndolos no harían falta las leyes civiles . En los Estados Unidos hay diez millones de leyes. No hay nadie que haya sido capaz de leerlas una sola vez en la vida, ni siquiera sus títulos. Y, sin embargo, no hay país en el mundo donde se cometan tantos crímenes y latrocinios. Al cabo del año hay quince mil asesinatos y se roban cuatro mil millones de dólares .. . He aquí el contraste: diez millones de leyes y .. . crímenes horrorosos; diez frases cortadas, los diez Man– damientos y .. . la garantía de una vida feliz, digna del hombre». (Mons . Tihamer Thot, «Los Diez Mandamientos»). 63

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