BCCCAP00000000000000000000526
El amor y respeto a la vida es responder al amor de Quien nos la dio. Todo aquél que mire a una mujer, deseándola, ha cometido ya pecado con ella en su corazón» . (Mt 5, 26-28) . b) En cuanto al cuerpo: al ser nuestros cuerpos «miembros de Cristo» (/ Co 6, 15) y «templos del Espíritu Santo que habita en nos– otros» (id. 6, 19), reciben una especialísima consagración y santidad por la que deben ser cuidados y respetados como algo sagrado. Si respetamos los vasos sagrados destinados a contener la Carne y Sangre de Cristo, ¡cuánto más este sagrario viviente de nuestro cuerpo en el que habita la Santísima Trinidad ... ! San Pablo, con valentía y realismo, nos advierte: «El cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo ... ¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? Ahora bien, ¿convertiré yo los miembros de Cristo en miembros de una meretriz ... ? Quien se adhiere a Cristo es un solo espíritu con El. Huid de la fornicación. Cualquier pecado cometido por el hombre está fuera del cuerpo, pero quien fornica peca contra su propio cuerpo ... 113
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz