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Respetad vuestros cuerpos: «son templo del Espíritu Santo que vive en vosotros». bemos desarrollar los dones y facultades recibidas de Dios. Lee re– flexivamente la parábola citada, en los Evangelios de San Mateo (25, 14-30) y San Lucas (19, 12-27); te ayudará a estimar, agra– decer y sacar de ti y del prójimo, por caridad, el máximo rendimiento a los valores de la vida y salud de alma y cuerpo que el Creador te ha dejado en custod=a para que, cada día, merezcas más al utilizarlos para el bien. 111