BCCCAP00000000000000000000521

o constrangi- el constreñí- subtrair-se substraerse· mento miento possuir poseer o sopro el soplo crestar chamuscar a neve la nieve fixar-se fijarse a cintilar;ao el centelleo meigo afectuoso o ref1exo el reflejo douradouro duradero o sorriso la sonris.! ardido apasionado· a brandura la blandura I I EL CEMENTERIO DE LA VILLA DE ULLOA Era un lugar somhr o, aunque le faltasen los lánguidos sauces y cipre· ses que tan bien acompañan con sus actitudes teatrales y majestuosas la solemnidad de los camposantos. Limitábanlo de una parte, las tapias de la iglesia¡ de otra, tres murallones revestidos de hiedra y plantas parásitas¡ y la puerta, fronte1iza a la entrada por el atrio, la formaba un enverjado d.: madera, a través del cual se veía diáfano y remoto horizonte de mon– tañas, a la sazón color de viuleta, pcr la hora que era aquélla en que el sol, sin cale,,,ar ,,,ucho todavía, empieza a subir hacia el cenit, y en que la l'-aturaleza se despierta como s;:liendo de un baño, estremecida de frescura y f, io matinal. Sobre la verja, se inclinaba añoso olivo, donde anidaban niil gorriones alborotado1es, que, a veces, azotaban y iacudían el ramaje con su voleteo apresurado, y hacíale frente una enorme mata de ho1 ten,ía, mustia y doblegada por las lluvias de la estación, graciosa· mente enfermiza, con sus mazorcas de desmayadas flores azules y amari– llentas. A esto ~.e reducía todo el ornato del cementerio, mas no su vege– tacion, que, por lo exube,ante y viciosa, ponía en el alma repugnancia y super,t1c1os• avor, inducitndo a fantasear si en aquellas robustas orti– gas, altas corno la mitad de una persona, en aquella hierba crasa, en aque– llos eardos vigorosos, cuyos pétalos ostentaban matices flavos de cirio, se habrían e11ca111ado por misteriosa transmigración, las almas, vegetativas también en cierto modo, de los que allí dormían para siempre, sin haber vivido, sin haber amado, sin haber palpitado jamás por alguna idea eleva– da, generosa, pura , ente espiritual y abstracta, de las que agitan la cow ciencia del pensador y del artista... E. PARDO BAZÁN (En los «Pazo.s de U!lua>). - 111 -