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LA INSTRUCCION EN VENEZUELA.—CAPITULO VI 303 Las precedentes Reales Cédulas despachadas 24 años des- pués de fundada Caracas, nos prueban hasta la evidencia que los Monarcas Españoles se preocupaban con preferencia de la cultura de la juventud de sus colonias. Téngase por lo de- más en cuenta que la obstinada resistencia de los indios ve- nezolanos a recibir en sus tierras a los españoles, hizo mu- chas veces fracasar el esfuerzo de los primeros conquistadores, y aun el de los Misioneros (como sucedió en Cumaná en 1520) los cuales, resabiados, se fueron a Méjico, El Perú y Bogotá, dejando las diferentes colonias de lo que es hoy República de Venezuela en una vida lánguida y por consiguiente lenta en su desarrollo en todo el siglo XVI y mitad del XVII . Por otra parte era una colonia pobre, que no pudo nunca pagar su pre- supuesto y tenía que venir un situado de Méjico y otro de Bo- gotá. Continúa el señor Rojas su estudio acerca de la enseñanza en Venezuela y dice en síntesis lo siguiente (1) : Al surgir el si- glo décimo séptimo aparecen en la capital (le la antigua Ve- iiczuela los conventos de Frailes. Los prelados y los religiosos Franciscanos y Dominicos fueron los primeros catedráticos del idioma latino, de moral y de rudimentos de la ciencia Teológica. Sin disputa alguna, la instrucción elemental y la de idiomas corrieron en Caracas en los conventos y con los prelados, los que, desde 1606 abandonaron la ciudad de Coro, donde residía el Cabildo eclesiástico, por la de Caracas que les brindaba comodidad y seguridad (2). La cooperación del clero como agente de instrucción, des- cuella no sólo en el desarrollo del Seminario y después en la Universidad de Caracas, sino también en las escuelas de pri- meras letras, regentadas por los Frailes en los mismos conven- tos, con el carácter de educación privada y gratuita. Y mientras que esto pasaba en los conventos de Caracas, los Obispos en sus visitas diocesanas, se entretenían en enseñar el castellano, la moral y los rudimentos del idioma latino, en (1) Orfgncs Venezolanos, obra c!t., pág. 309. (2) El limo. Señor González Acuña organizó en 1673 las escuelas de primeras letras en Caracas y La Guaira y (lió a Fas maestros esta- tutos para la enseñanza. (Véase el R. P. Zamora "Historia de la Pro- vincia (le San Antonino", cit., p. 444, en la nota.