BCCCAP00000000000000000000505

LA INSTRUCCION EN VENEZUELA.—CAPITULO VI 301 cristiana toda la extensión Sur del Nuevo Continente, las pro- vincias del centro, una buena parte del Norte, las Antillas y el Archipiélago filipino; y atender a tantas necesidades con tan escasos recursos económicos y de personal, fué casi un prodigio (le actividad y honradez. Añádase a esto que los comienzos de la civilización en las regiones salvajes son y fueron siempre dificilísimos, y sólo pudieron realizar, con su heroica abnegación, Misioneros y soldados valerosos, como eran entonces los españoles. El P. Vilariño, al abordar este tema dice (1) : La mayor parle de los escritores extraños, q aún algunos de los nuestros, cuando tratan de la conquista y civilización de América, atri- buyen toda la gloria al ilustre genovés y a los Reyes Católi- cos; sin embargo, la América se hubiera descubierto sin ellos, pues el portugués Cabral llegó a sus costas ocho años después, por casualidad. Lo que no hubiera sido tan fácil es suplir a una nación como la nuestra de entonces, capaz de llevar a cabo la reducción y civilización de los indios, sobre todo en la formación social y religiosa corno se ha hecho. Colón y los Reyes Católicos poco pudieron hacer, pues murieron casi sin conocer la grandeza de su obra y fueron los Misioeros , s dados españoles los que la completaron. Estos cuando lograban reducir una región, daban cuenta (le ello al Papa y al Rey, quienes a su vez nombraban Obispo a uno de los Misioneros, y Gobernador al jefe (le la expedición; y tan pronto como te- nían recursos para ello abrían un Seminario, que después se .convertía en Universidad. Así sucedió en Méjico y el Perú en 1551 y en todas partes. El año 1592 fueron expedidas l)Or S. M. el Rey, Felipe II, dos RR. Cédulas sobre la enseñanza en Venezuela, que bien merecen las insertemos en este lugar. Son del tenor si- guiente (2): "Yo el Bey.-1W(10. en Cristo Padre Obispo de la Iglesia Catedral de la Provincia de Venezuela de mi Consejo.—Por lo mucho que im- porta se funden, conserven y sustenten Colegios-Seminarios, siendo co- sa tan necesaria y encomendada en el Santo Concilio de Trento; os ruego y encargo, que si en esa ciudad no se ha erigido, procuréis que luego se erija, y que en la provisión de los colegiales tengan particu- (1) "Colececión de lecturas", núm. 25. (2) Orígenes Venezolanos, obra cit., pág. 180 del Apéndice.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz