BCCCAP00000000000000000000505
MISION DE LOS PP. JESUITAS.—CAPITULO y 289 La población es de cuatrocientos Indios como se demuestra cii el estado actual (le la existencia, que no son pocos respecto a lo que los destruye el temperamento; hay otros cuatro de castas y algunas familias (le soldados, como la del herrero Palon casado con una India, que todos estos podrán hacer veinte almas. A los dichos se agrega Ja familia del Capitán que con sus esclavos hace doce personas con que podremos darle al pueblo de cuatrocientas treinta y dos, a cuarenta almas. EJ cuidado espii'itual está a cargo del Padre Jacobo Nihil de nacionalidad alemana, que desempeña Su ministerio (le Misionero cumplidamente como dejo prevenido en el Capitulo 3°. A más de este sujeto tienen su residencia en él, el Padre Superior y Procurador, si bien el primero por gusto y ternura del fundador reside lo más del año en Uruana, pero el segundo es inseparable de su oficio y distribu- ción (le su Procuraduría desempeñando uno y otro cumplidamente sus encargos. El comercio activo y pasivo de este pueblo se deja comprender por lo dicho en el Capitulo 69, pero por lo correspondiente al de los Indios y vecinos es suficiente dentro (le su reducida esfera, pues siendo la Nación Salive más inclinada que otras al comercio, tienen una abundante cosecha de Anoto o Achiote que benefician y reducen a bolas, y (le ellas es cuantiosa la extracción para las otras naciones que se pintan tanto las congregadas a pueblos donde se les permite, como los que habitan los montes. Fabrican también los rallos preci- sos en todo el país para el beneficio de la Yuca y de ellos se proveen las Naciones de Guayanos y Caribes; cuando suben con el situadista u otros pasajeros, aprovechan la ocasión y llevan copiosas partidas de anoto y rallos. No es menos el consumo dentro del territorio de los Padres Jesuitas, pues los Otomacos y otras Naciones (aun del Meta) lo extraen y los primeros lo rescatan con su quiripa y con la fiopa que es su famoso tabaco (le que usen con moderación los Salivas. El maíz, casabe y otros frutos sirven a estos Indios para tomar de la rocuraduria y vecinos los rescates y lienzos que necesitan y el aguar- diente que beben, y con esto se ingenian los vecinos agregados para mantenerse en su miserable estado, pues todos podrán ganar en los cambios, pero al tratarse de recoger la moneda que es el último pe- riodo del comercio de las gentes, queda inútil la diligencia, pues el contante que se extravíe (le la Procuraduría o entra forastero pasa por insensible atracción en éstas, si bien alguna parte corre a la casa del Capitán que no tiene que ocurrir por lienzo, carne ni aguardiente al Procurador. Sin embargo de lo mucho que se abre en sabanas el arco de cerros que forma el territorio (le este pueblo, es inútil para sustentar el trato principal y sementera de caña dulce que los Padres tienen, pues apenas pueden subsistir doscientas reses con nombre de la Iglesia de las cueles se toma para el abasto diario (le los Padres y soldados, T. Ifl.—P. 19
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz