BCCCAP00000000000000000000505
MISION DE LOS PP. JESUITAS. —CAPITULO y 275 mismo año. Son indecibles los trabajos que padecieron; el P. Vergara los relata al Superior (le Bogotá en una larga car- ta, por lo cual el P. Cavero los mandó incorporarse de nuevo a las Misiones de Casanare el año 1670. Los PP. Monteverde y Antonio Castan, fundan por este tiempo, entre los indios Salivas (le! Orinoco, más arriba de la desembocadura del Meta, los pueblos de Nuestra Señora de los Salivas y Sinareuco, y en 1671 mueren ambos casi al mismo tiempo; les suceden los Padres Neira y Bernabé González, los cuales fundan, además, la población de San Lorenzo. Asis- tieron por algunos años con gran fervor estos tres pueblos del Orinoco, pero eran tantos los peligros con que los amena- zaban los Caribes, que el Superior de las Misiones los mandó retirar a Casanare el año 1675. Cuatro años después, el año 1679, salieron de Bogotá a explorar de nuevo el río Orinoco los PP. Ignacio Fiol y Felipe Gómez, y, en virtud del informe favorable que dieron, se pidió una expedición de Misioneros a España, la cual llegó a Cartagena de Indias el 2 de abril de- 1681, siguiendo luego a Bogotá, donde se organizó la Misión del Orinoco, compuesta (le los PP. Ignacio Fiol, Cristóbal Ra- diel, Gaspar Beck, Agustín de Campos, Ignacio Teobast y Ju- lián Vergara. El P. Fiol era Superior y el P. Vergara adminis- trador. Llegados al Orinoco, por el río Meta, subieron río arriba, hasta la desembocadura de Guaviari, en cuyas riberas fundaron siete pueblos. Era el principal Truage; los otros seis llamíWanse Adoles, Peroa, Casia, Maciba, Duma y Ca- larzthén (1). Dos años hacía que los Misioneros trabajaban con gran celo entre los indios Salivas del Orinoco, cuando se ahogó el P. Radiel, a fines de agosto del año 1684, y esta desgracia fué como el exordio de otras mayores, pues los indios Ca- ribes sublevaron a los Salivas, que estaban reducidos en los pueblos de Misiones, y mataron a tres Misioneros; solamente Pudo huir del peligro el P. Vergara. Los indios se dispersa- ron y los pueblos quedaron solos. Sucedió esto el 17 de oc- tubre de 1681. (1) P. J. Rivero, obra cit., págs. 180, 242 y 256.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz