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254 LOS FRANCISCANOS CAPUCHINOS EN VENEZUELA Padrón del pueblo de San Pedro de Alcántara del Caura. Guanava, su mujer y un hijo. Suare, con dos mujeres y tres hijos. Guarema, con su mujer. Vecinos españoles. Don José Jurado, su mujer y dos hijos. Don Tadeo Jurado, su mujer y tres hijos. Don José Horato, su mujer y tres hijos. Total: quince casas, veintisiete labranzas y noventa y cuatro almas. Nota.—En dicho padrón no van puestos los indios de nación Aricúa, por no hallarse presentes en dicho pueblo, a causa de haber pasado a sus antiguos habitaciones, y según me parece consta dicha nación do dos- cientas setenta y cinco almas, y no van puestos por su orden por las razones expuesFas.--Dia 20 de septiembre de 1775. —Fr. Juan flautista Magaña". Esclarece este documento una cuestión muy discutida en- tre los historiadores, algunos (le los cuales se revelan contra lo que ellos llaman Teocracia de los Frailes, y no pueden so- portar que los Misioneros gobiernen con cierta independen- cia los indios salvajes que ellos mismos han sacado de los montes. El estado decadente en que se hallaban las Misiones del Caura, cuyos Misioneros estaban cohibidos bajo la férula oprimente del Comandante D. Manuel Centurión, (le sus ca- bos y corregidores, nos dice claramente que tenían razón los Misioneros Capuchinos del Caroni para no aceptar los corre- gidores que se les querían imponer contra la voluntad de Su Majestad el Rey, muchas veces expresa en Reales Cédulas. Véase, como prueba de ello, el siguiente documento del Go- bernador de Guayana, Don Antonio de Pereda, al Virrey de Bogotá, Sr. Don José Gálvez (1). "Excmo. Señor. Muy Señor mío: Con fecha de 18 de noviembre del año pasado de 1782, se sirve V. E. participarme de Real Orden que, enterado el Rey de las muchas vejaciones y graves extorsiones que hacen a los misera- bles indios de los pueblos de Misiones que administran los religiosos Observantes de San Francisco, en la jurisdicción de este Gobierno los Capitanes Conservadores, Corregidores y Cabos de Guerra que olvida- dos de la obligación en que se hallan constituidos de mirar por el bien, (1) Ricardo Pereira, Documentos sobre limites entre Colombia y Venezuela, cits., págs. 130-182.—Bogotá 1883. Í.