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MISION DE LOS PP. RECOLETOS.—CAPITULO III 249 tes: una casa para el soldado, que se pone corno vecino y se le da fa- cultad de poderse servir de los indios, sin intervención de paga algu- na; se halla también una casa para el Misionero, que sirve de iglesia, y una campana de las que pertenecían a los Padres Jesuitas, concedi- (la por el Comandante general, don Manuel Centurión. Con esto, y el buen tratamiento que se da a los indios, se hallan hoy en este pueblo menos (le cien almas de las que se contaron en el padrón pasado, y lo mismo sucede en los demás pueblos. Han faltado muchas almas a causa de la veleidad de los indios, que siempre han tenido inclinación a los montes, donde gozan de libertad que jamás en los pueblos se les puede tolerar. A su veleidad y propensión a vaguear, se allega la po- ca o ninguna sujeción, y si la tienen es para chuparles la sangre ha- ciéndoles trabajar como si fueran esclavos, y aún peor, porque ni aun les dan lugar para hacer una labranza y quieren que se mantengan del conuco, que llaman común; y me han asegurado que en algunas oca- siones les han obligado a trabajos de sol con tres mazorcas (le maíz pa- ra mantener toda la familia, que aunque no fueran más que marido y mujer era poco. Y, en fin, no quiero cansarme en referir lo que en este particular pasa, porque temo que no ha de llegar a noticia del excelentísimo se- ñor Gobernador. Pero me parece duro dejar en el tintero el haber tenido los indios, recién sacados del monte, abriendo un camino para beneficio (le la provincia, sin haberles dado ni un bastimento con que mantenerse, y por el dicho éamino nadie ha comunicado ni comuni- cará, hasta que Dioá sea servido, gastándose en esta faena cuatro me- ses con veinte indios.—Agosto 1 de 1775. —Fray Vicente Blasco. Padrón del pueblo de San Francisco de Iniquire. —Se dió prin- cipio a su fundación el año del Señor (le 1772, con indios de nación Paudacota. Gapitán, Paragua, con dos mujeres. Sargento, Macuarimagare, con dos mujeres y dos hijos. Teniente, Carraucana, de cincuenta años, su mujer y cuatro hijos. Alférez, Arena, su mujer y una hija. Ayundante Macuciri, con dos mujeres. Alcalde, Caayaguana, su mujer y dos hijos, cte. (Siguen nombres hasta completar un total de ciento noventa y dos almas). Existe en este pueblo, para su seguridad, una casa para el soldado, que se l)OflC como vecino, y otra casa para el Misionero, que sirve de iglesia, sin ornamentos, y una campana, los ranchos o casas donde se cogen los indios y muy pocas labranzas, porque se las hicieron segar antes de tiempo, para dar principio a una fundación que dicen van a hacer en Mina, donde ya hay soldados casados que se ponen de ve- cinos y unos negros fugitivos de la colonia holandesa.—Hoy, día 1' de agosto de 1775. —Fr. Vicente Blasco. 3. Padrón del pueblo de San Rafael de Guaipa, a que se dió prin- cipio el año del Señor 1773 con indios Quiriquiripa.