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Vl.-Extinción de una hermandad 115 VI Extinción de una hermandad 72. El can. 102, § r, dice: «Persona moralis, na– tura sua, perpetua est; extinguitur tamen si a legiti– ma auctoritate supprimatur, vel si per centum anno– rum spatium esse desierit». Las hermandades, por tanto, puesto que son personas morales colegiales, pueden extinguirse: a) si son suprimidas por la legítima autoridad y b) por disolución interna, es decir, por falta de miembros. a) E1:tincirfn por supresión. La autoridad le– gítima para proceder a la supresión de una herman– dad, es, además de la Santa Sede, el Ordinario del lugar: <:Ob graves causas et salvo jure recursus ad Apostolicam Sedem, potest loci Ordinarius suppri– mere non solum associationem a se vel a decessori– bus suis erectam, sed etiam associationem ex apo– stolico indulto a religiosis erectam de consensu Or– dinarii loci (can. 699, § r). Por ser el Vicario General y el Vicario Capitular Ordinarios de lugar (can. 198, §§ 1, z) y no estar