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(BILBAO) 259 muerto varios vecinos sin agonizante. Y que prontamente edifica– sen su Convento los PP. Capuchinos, y don Matías de Aguirre, se– gundo Fiel, habfa siclo del propio clictmnen con la calidad de dar cuenta de lo obrado a los dueños de la propiedad. Y sólos otros veinticinco vecinos habían condescendido a la proposición de los Beneficiados, expresando ser su sentir que si no se cumpliese se edificase el referido Convento, en cuya vista, y de haberse ejecu– tado el auto con separación de los interesados, votando uno a uno los concurrentes, y por lo mismo con toda libertad se había decla– Tado por el Juez comisionado por buena dicha determinación de la más sana y mayor parte de votos. Y que no faltando en este tiempo ya a los Religiosos licencia ni solemnidad de las que podían asegurarles su subsistencia en di– cha República, porque antes y desde el año de setecientos cuarenta y cinco o cuarenta y seis tenían permiso de ese Señorío para fun– dar Convento en la referida anteiglesia, habían requerido con la Bula apostólica del Vicario general de dicho Obispado de Calaho– rra, quien en diecinueve de marzo, teniendo presentes los papeles e informes que dicho Obispo había instruído a la Sagrada Congre– gación, y atendiendo a la notoriedad de las causas representadas, había ejecutado en todo y por todo lo resuelto por Su Santidad y la Sagrada Religión de Obispos y Regulares, librando despac}:i~ co– metido a cualquier Pr.º, que había tenido cumplido efecto en vein– tidós del propio mes de marzo. Y que, reconocidas las licencias con que se habían en ese Señorío otros Conventos de Religi9sos Mercedarios en la anteiglesia de Baracaldo, año de mil doscientos ochenta y ocho de Religiosos Franciscos Observantes en la villa de Bermeo y año de mil trescientos noventa y cinco de los PP. Agus– tinos en la villa de Bilbao, y el año de mil cuatrocientos veintinue– ve de los Religiosos Franciscos en Abando, y el año de mil cuatro– cientos cuarenta y cinco de otro en la villa de Bilbao y año de mil cuatrocientos, setecientos, digo, setenta y cinco, de PP. Agustinos en la villa de Durango y año de mil quinientos ochenta y siete de PP. Jesuítas en la villa de Bilbao, dicha ciudad de Orduña y otras se hallaba que para las más de dichas fundaciones no precedía dicha licencia, y aún no había habido licencias y solemnidades iguales a las de la fundación de Deusto que si los PP. Observantes de Forba y Carmelitas de Zornoza impetraban nuestra licencia, no se había a-creditado la tuviesen de ese Señorío los primeros y sólo por (ilegi– ble) y autoridad la solicitarían.