BCCCAP00000000000000000000450

228 DEUSTO cipio tienen poca soldadura. Dios disponga lo que más convenga, y que guarde a V. C. muchos años. Madrid y julio, 22 de 54. De V. C. siempre servidor y amigo, Fr. Mart-ín de La Coruña. e; septiembre de 1754. f) Mi R. P. Guardián y amigo: A la de V. C., que recibí días ha, no he querido responder hasta consultarla con mi abo-\ gado, que tiene nuestro consabido pleito en buen estado ; y a no haber estado enfermo, ya hubiera concluído su alegato, el que se ha alegrado mucho de que nuestros contrarios ·hayan perdido el Capítulo y que los que componen esa actual Diputación o Junta particular d~l Señorío sean afectos, o a lo menos no son desafectos, y asegurando él mismo consistir el favor y pronto éxito del pleito en que estos caballeros desistiesen. Consulté la especie con per– sonas prácticas, quienes, uniformes, fueron de dictamen diese pe– dimento al Consejo, expresando en él haberse celebrado Junta ge– neral, y en ella, diputádose otros sujetos y Procurador Síndico general para el gobierno político y económico de esa Provincia, en el trienio que empezó desde ella y por el tiempo que es cos-, tumbre, y como distintos que son de los que han otorgado el Po– der, debía haberlo ratificado, y de lo contrario, en lo sucesivo podía resultar alguna nulidad invariable, en cuyo supuesto, y en el de que V. C. tomará a su cargo ir catequizando esos ánimos, pedí, entre otras cosas, se libre Real Provisión para que se les cite y em– place por si quieren salir a la voz y defensa de este pleito, o que desistan de él, respecto no ser en vulneración de sus fueros, como figuraron sus antecesores; y así, por ahora, V. C. no tiene otra cosa que hacer que ganarle la voluntad, sin darse por entendido de esta máxima, para que cuando llegue la Real Provisión e ins– trucciones que remitiré, respondan a ella diciendo : Que no tienen interés alguno en que se siga el pleito, así por haber fundado el Hospicio la Provincia con las licencias necesarias, como porque nuestra Religión no puede perji1,dicar al Sefiorío ni a ningún indi– viduo de él, por no poder adquirir bien~s algunos y ser muy útil el cowvenlo para el pasto espirilual. Y aun en el caso de que respondan otra cosa y quieran, por sí continuar el pleito, por éso no empeoramos. Por ahora no se ofrece más que rogar a Nuestro Señor guarde a V. C. muchos años. Madrid y septiembre g de 1754. Afecto servidor de V. C. y amigó, Fr. Martín de la Coruíia.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz