BCCCAP00000000000000000000448
puede encontrar dentro de los límites de los actuales conocimien– tos científicqs una explicación lógica". En 1955 la señora Inocencia Proietti, de 47 años, de Roma, después de una visita al P. Pío, se sintió curada en la estación de. Foggia, cuando esperaba el tren para la capital. Comenzó de pronto a caminar expeditamente, cuando desde hacía muchos años se encontraba paralizada por atrofia de cardioplegia. Afec– tada de grave espondilitis, se irguió, pudiendo desde entonces caminar sin dificultad. Nos hemos limitado a exponer hechos, dejando a quien co– rresponda el enjuiciarlos. Son tantos los testimonios de curacio– nes obtenidas por las oraciones o por una bendición del P. Pío, que consideramos acertado lo que escribieron los condes Vicente y Oliva Baiocchi, el 10 de enero de 1925: "La misericordia del Señor es verdaderamente grande, y el P. Pío es, sin duda, uno de los instrumentos de que se sirve con más facilidad en favor de quien experimenta la necesidad de invocarla". 10 273
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz