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guardó cama, dos días no pudo celebrar. Fiebre altís.ma que no es posible medir, porque el termómetro no la resis:e. Dolores agudos de pies a cabeza". La ciencia médíca conoce casos de hipertermia excepcional– mente elevados. Así en ciertas enfermedades, en sujetos intensa– mente neurópatas. Son las llamadas temperaturas agónicas o preagónicas, porque se prevé una catástrofe y son siempre mor– tales. Encontrarlas repetidamente en el P. Pío, hombre r.ormal, que en seguida vuelve a su trabajo y a una temperatura normal, obliga a pensar en algo inexplicable. En los designios de Dios era, sin más, un motivo de humillación y causa de sufrimie:1.tos físicos que sobrepasaban en intensidad a la agonía. Del estudio del tercer cuaderno del Diario del P. Agustín, nos es posible reconstruir un gráfico de los altibajos de la salud del P. Pío, desde septiembre de 1936 a noviembre de 1961. Vamos a recoger algunos datos, tomados de las muchas repetici:::mes acerca de la escasísima comida, descanso reducidísimo, traba_10 continuo y enervante, del padre. 27 de enero de 1937: resfriado y tos que no le dejan descansar de noche. 26 de febrero de 1938: una tos tan fuerte que parece romper los·pulmones, los que -según dice el padre- son "fuertes". En la primera quincena de abril de 1944 nota des, anecimien– tos. Los últimos días de 1945, del 25 al 27 de diciembre, sufre cólicos renales y dolores artríticos. En marzo de 1946 permanece en cama cuatro días "con terri– ble cólico renal". Del 12 al 14 de mayo de 1946, de nuevo en cama a causa de "fuertes dolores en todo el cuerpo". Del 6 al 9 de agosto de 1946 sufre por "un reuma al brazo derecho, que no lo puede mover". Del 24 de febrero al 1 de marzo de 1947, guarda cama con "dolores por todo el cuerpo". Del 12 al 23 de agosto de 1947 un nuevo ataque de cólicos renales, que le hacen sufrir "lo indecible". El 19 de agosto se le añade una infección a la nariz "con dolores atroces en toda la cabeza". Del 7 al 11 de junio de 1948, dolores por todo el cuerpo. 254