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Papa Pío XII esta providencial actividad del confesor del Garga– no en la visita ad limina de abril de 1947. -¿Qué hace el P. Pío? -preguntó el Papa. -Santidad, quita los pecados del mundo - respondió el ar- zobispo. Las relaciones enviadas al S. Oficio documentan con todo detalle, de bimestre en bimestre, el número de cartas recibidas y el lugar de procedencia. Las cartas llegadas en el año 1935 suman 4. 127. AJmentan de año en año. En cada bimestre de 1937 no superan el millar y medio; lo sobrepasan en los bimestres de 1938 y 1939. En los bimestres de 1940 se acercan a las dos mil. En mayo-junio de 1941 pasan de las dos mil, y en julio-agosto de 1942, tres mil. Con algunos altibajos, en noviembre-diciembre de 1946, se supera la cifra de las cinco mil. Desde 1947 va in crescendo, hasta sobrepasar las diez mil en mayo-junio de 1952. En los bimestres de 1954, rozan las veinte mil. En mayo-junio de 1956, son 36.474. En mayo-junio y noviembre-diciembre de 1957, lo mismo que en todos los bimestres de 1958 y 1959, superan las tre.nta mil. En marzo-abril de 1960 suman 41.709, de las cuales 27. 7 7 9 proceden de Italia, 18.940 del extranjero. En mayo-junio de 1960 se llega a las cincuenta mil cartas de Italia y veinticuatro mil del extranjero. El contenido de las cartas es éste, en proporción jecreciente: petición de gracias materiales o espirituales, petición de oraciones en general, agradecimiento por favores recibidos. Para despachar la correspondencia, ya desde 1919 al P. Pau– lina de Casacalenda había mandado adaptar una habitación del convento: bajo el control del superior, algunos religiosos las leían y contestaban en nombre del P. Pío el cual, ante tanta, peticiones, se sentía obligado a rezar cada vez más. La comida y el descanso del P. Pío son tan reducidos que uno no acierta a explicarse cómo podía vivir, ocupado todo el día en un trabajo tan intenso. Transcribimos algunas notas, tomadas al desgaire del Diario del P. Agustín: 15 de septiembre de 1936: "El descanso es poco, la comida poquísima, el trabajo continuo y agobiante, incluso para una persona sana. Y con todo está siempre fuerte". 27 de enero de 1937: "Come poquísimo, duerme poquísimo, 250