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El profesor Bignami indaga también sobre la presencia de la tintura de yodo, usada por el fraile desde septiembre de 1918. "El P. Pío dice que lo emplea como desinfectante un par de veces a la semana e incluso con más frecuencia. Y lo emplea también porque, según dice, si no lo aplica, las lesiones sangran con faci– lidad". Como hombre de ciencia, Bignami se propone indagar la naturaleza y génesis de las lesiones. Por la "impresión de sinceri– dad" que le dio el capuchino examinado, el científico descarta la hipótesis de la simulación, es decir, que hubieran sido producidas artificial y voluntariamente. Bignami, positivista, declara "al menos parcialmente atendi– ble" la hipótesis de que las alteraciones encontradas en las manos sean "la manifestación de un estado morboso", reduciéndolas al "resultado de una necrosis superficial de la epidermis y acaso de la parte más exterior de la dermis", acercándolas por tanto a las necrosis neuróticas. Incluso la lesión del tórax sería "el resultado de una abrasión de la epidermis". ' Lo que resulta imposible de explicar es la "localización per– fectamente simétrica de las lesiones... y su persistencia". Pero también para esto encuentra una posible y, para él, satisfactoria explicación en la hipótesis de que sean "el producto de un estado morboso" y que sean "en parte artificiales". O sea, las lesiones habrían comenzado "como productos patológicos (necrosis neu– rótica múltiple del cutis)", y habrían sido "quizá inconsciente– mente y por un fenómeno de sugestión, completadas en su sime– tría y mantenidas artificialmente con un producto químico, por ejemplo con la tintura de yodo ". La conclusión de Bignami es diáfana (no se sabe hasta dónde está de acuerdo con la ciencia): "No hay nada en las alteraciones descritas de la piel que no pueda ser el producto de un estado morboso y de la adopción de medios químicos conocidos". Si Bignami aparece objetivo en sus observancias, no parece lógico en las conclusiones. Romanelli, en la citada relación, refutó muchas afirmaciones de Bignami, desde el punto de vista científico, e invocando la lógica, planteando las preguntas más rigurosas sobre todo sobre la incidencia de la tintura de yodo la cual, siendo un poderoso cáustico, no permitiría a los tejidos causticados dar sangre y más sangre rutilante. Insiste también acerca de lo insostenible del 105