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«Procuraba · consultar lo que se había de obrar, y tenía mucha docilidad en seguir el parecer justo de cualquiera, aunque fuese con– tra el suyo». «Siempre se vio en ella mucha verdad y sin– ceridad en todo. Y tenía mucha docilidad en sujetarse al parecer ajeno, aunque fuese de persona inferior. Y, con el deseo que tenía de acertar en el cumplimiento de todas sus obliga– ciones, continuamente pedía consejo en comu– nidad y fuera de ella» 3. En realidad, no hacía sino atenerse al estilo de gobierno, establecido por santa Clara en la Regla, mediante el encuentro semanal de las hermanas para tratar de los asuntos del monasterio. De su ánimo dispuesto a escuchar y valorar el parecer ajeno escribe ella misma: «Dejo pasar en las cosas indiferentes, no dándoseme nada se haga lo contra– rio de mi sentir y querer» (fº 59r). No era amiga de lisonjas ni, sobre todo, de adu– laciones serviles. A sor Arcángela de Amatriain, que dijo algo en alabanza de su persona, la hizo comer de pie en el refectorio 4. «Era enemiga de murmuraciones y de juzgar mal del prójimo. Disculpaba caritativamente los defec– tos. Daba al olvido las desatenciones tenidas con ella... Repetía la máxima evangélica de que como midiéremos las acciones ajenas serán medidas las nuestras (Mt 7,2).» «Era grande su sencillez, verdad y simplicidad religiosa; nunca se le notó doblez alguna ... y estimaba a las personas en quienes ex– perimentaba la santa simplicidad» 5 • 112 ' Traslado, f' 16v, 90r. • Traslado, fº 80r, 130v. ' Traslado, fº 48v.