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La descripción bíblica los representa en forma huma– na... Las alas se las han puesto los pintores. Cuentan que el pintor cretense, El Greco, fue requerido por la Inquisi– ción para pedirle cuentas "por qué pinta~a a los ángeles con las alas tan largas". El pintor preguntó, a su vez, al tribunal: - "¿Alguno de usted ha visto a los ángeles.. ? Entonces soy libre para pintarlos como quiera". Los ángeles no tienen nombre. La palabra "ángel" no es un nombre que exprese la naturaleza de esos seres reales e invisibles. El vocablo "ángel" expresa su función de "mensajeros", "anunciadores", enviados de Dios. "Poderosos ejecutores de sus órdenes". (Sal. 103, 20). Jesús en el Evangelio nos dice que los ángeles velan por los hombres; que reúnen a los elegidos; que partici– pan en el gozo del Padre cuando un pecador se convierte; que llevan a su presencia las oraciones y las almas de los justos. Que vigilan la inocencia de los niños. "Guardaos de despreciar a uno de estos pequeños, porque yo os digo que sus ángeles, en los cielos, ven continuamente el rostro de Dios". Dios se ocupa y preocupa de los hombres y los ánge– les muestran este alegre mensaje intercesor de Dios. Exis– te un vínculo íntimo que enlaza el mundo real con el mun– do celeste. Estamos rodeados de presencias sobrenatura– les. Si cada uno de nosotros no tuviéramos un "ángel cus– todio", nos lo inventaríamos. ¡Tantos peligros existen en nuestro caminar.. ! El ensayista y poeta Eugenio D'Ors resume: - "Dame la mano. Voy a saltar. Cierro los ojos. Da– [me la mano. Bendito el riesgo cuando estás tú. Bendito, alabado. -Ahora no hay nada bajo mis pies. Es el vacío. 85