BCCCAP00000000000000000000396

30 Tres poetas. Hay demasiada luz para negarla. ''Un pan de luz pa– ra el mundo". En otoño de 1985 se realizó un homenaje nacional a tres poetas: Antonio Machado, Miguel Her– nández y Federico García Lorca, en doce ciudades espa– ñolas a la vez. Siento una pena grande cuando a los poetas se les quiere arrimar a partidos políticos. Los poetas son inte~– porales. Universales. Querer hacer bandera de ellos es re– ducirlos. Negarlos un poco. El poeta canta en la vida. Canta a todo. Y tiene que seguir cantando en la muerte, para todos. Antonio Machado, Miguel Hernández, García Lor– ca. Tres hombres "buenos", también preocupados por su fe cristiana. Cierto que no siempre la bondad y la fe son lo mismo. Pero qué cerca está de la fe quien puede decir: "Yo soy un hombre en el mejor sentido de la pala– bra, bueno". "Creo en la palabra buena" -decía Machado-, preocupado por la transitoriedad de la vida, por su sentido de camino y por su fe, que nunca perdió. "Yo voy haciendo caminos / de la tarde... ¿A dónde el camino irá?". Por encima de toda tristeza ("mi corazón sangraba"), del dolor de la muerte de su esposa, sabe gri– tar: 96 "Señor, tú me arrancaste, lo que yo más quería... oye otra vez, Dios mío, mi corazón clamar. tu voluntad se hizo, Señor, contra la mía".

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz