BCCCAP00000000000000000000393

- A cuento de una sentencia de San Agustín que... - ¡Ah! Sí. Iba a explicarle a usted cómo yo también, a pesar de mi no mucha experiencia, la tengo ya buena de eso de que «nuestro corazón no puede encontrar repo– so mientras no busque su descanso en Dios». Durante el tiempo de que le he hablado, mi único consuelo o ali– vio era pasarme largos ratos ante el Sagrario en una ca– pilla solitaria. ¡Cuántas lágrimas derramé allí! Pero tam– bién ¡ cuánta paz y cuánta fuerza encontré! Es cierto que no todos los día<; salía igualmente confortada de mis largos ratos de oración o desahogo; mas puedo afirmar que nunca me resultó del todo inútil mi pobre acudir a Dios, nunca hube de levantarme con el alma tan turba– da o desolada como la tenía al ponerme de rodillas : siem– pre creí recibir aquello que más urgentemente necesita– ba. Puedo añadir asimismo que fue precisamente ante Jesús cuando viví mis ratos mejores, el alma bañada de la más suave paz. «Fuera», en medio del mundo, me sen– tía demasiado sola e impotente; «allí» me encontraba co– rno acogida y protegida por un amor todopoderoso. Al P. Fidel le vinieron ganas de añadir en su cora– zón una nueva estrofa al Cántico solar de San Francisco: «Loado seas, mi Señor, por tus creaturas más débiles y sensibles y delicadas: en el mundo las has puesto para que sean pregoneras de tu ternura fuerte y so– [ berana». Josefina se quedó nuevamente corno en suspenso; y con sincero apurillo preguntó al P. Fidel: «¿No le estaré dando la lata, Padre? Lo sentiría muchísimo, porque me parece lo más antipático en la vida el ser causa de fas– tidio o aburrimiento para otros». - Puedes estar tranquila, que ni me resultas pesada, ni este tiempo lo puedo considerar corno perdido. »Me decías al comienzo de esta conversación que aho– ra te ibas explicando ya bastantes cosas de tu experien– cia íntima que antes te resultaban no poco extrañas y oscuras: tu crónica insatisfacción de todo, tu constante anhelar algo nuevo y mejor, tu continuo buscar y so– ñar... ¿Por qué Dios te había hecho así? 88

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz