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SALMO DEL 4 DE OCTUBRE 1 Q UE te toque el costado y tu me riñas como a Fray Leó'n, que en las ciegas niñas de tus ojos de llanto y oración aprenda yo a mirar el universo. No te vengo a pedir rima ni verso ni siquiera poesía, porque no sé lo que es a punto exacto. Vengo a pedirte tacto para mis dedos, ojos para el día. 2 Las palabras humanas sólo dicen, las palabras son cobre, pasan sonando sobre la vana superficie. Se bendice con el tacto y el gesto. San Francisco de Asís, vengo por esto a pedirte unos dedos de plumón para no deshojar ninguna rosa y que al tocar mis manos cualquier cosa diga que le he tocado el corazón, 79