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Con la bandera del "progresismo" ondeando al viento de la mediocridad y de la ramplone1ía, se ha puesto de moda el declararse "agnóstico". En rigor, el agnosticismo moderno es un fenómeno precientífico, regresivo y disgregador. Reducir el conoc imiento y los grados del saber a lo que se ve con los ojos y se palpa con las manos -el mundo sens ible, lo mensu– rable, lo finito- es una mutilación de la verdad, de la trans– cendencia y de la belleza. Lo más misterioso y espléndido del yo profundo de la persona: ideales, heroísmo, amor, se esca– pa a la percepción de los sentidos y al rigor de las ciencias exactas. La tipología del agnóstico es plural y polifacética. Los hay que piensan honradamente que Dios y el mundo de la trans– cendencia cae extramuros del conocimiento humano. Y los hay que defienden sus tesis con agresividad, con descalifica– ciones personales a quienes opinan que la actitud más cientí– fica de la razón es admitir y proclamar la existencia de Dios. Si lencian por ignorancia, por olvido o por prejuicios ideoló– gicos la historia y vicia de la humanidad. En rigor, los grandes genios de la cultura, del pensamiento filosófico, de las cien– cias y las ,lrtes han sido por abrumadora mayoría creyentes fervorosos y practicantes.. . La serpiente sigue turbando con la tentación de endiosa– miento. Y el hombre, frágil caña sacudida por el viento, se deja seducir y proclama su autonomía absoluta y declara el estado de rebe lión contra el Dios vivo y verdadero. En la ciudad mundanal, el relativismo, el permisí vismo moral, la "ética ele situación" tienen patente de corso. Todo es burocracia y pro– paganda. Se declaran solemnemente los "Derechos humanos" y se conculcan en la legislación y en la práctica los principios básicos de la ley natural. Con la bandera del progresismo, se suprime la pena de muerte para forajido s y criminales y se condena a muerte a los seres más débiles e indefensos con la infamia del aborto. El hombre nuevo -raza brava y pura de la Virgen- procla– ma el "Evangelio de la vida" frente a la "cultura de la muer- 44