BCCCAP00000000000000000000337

CRISTO, PROTAGONISTA DE LA MISION POPULAR rarse del mundo, ni pertenecer a las altas jerarquías de la Igle– sia para ser santos. La gracia bautismal, que nos hace hijos de Dios, nos obliga a llevar una vida santa. No es un simple deseo o una exhortación piadosa, es un «mandato»: Sed santos ... Ha– ced mucha oración, haced penitencia, renunciad a las pasiones, leed el Santo Evangelio, frecuentad los Sacramentos, cumplid con fidelidad vuestros compromisos cristianos con Dios y con el prójimo, educad cristianamente a vuestros hijos, santificad el amor en el matrimonio, sed profundamente piadosos, dad un testimonio claro y contagioso de ejemplaridad cristiana ... «PEDRO, lME AMAS? ... APACIENTA MIS OVEJAS» La constitución jerárquica de la Iglesin es un hecho sustan– cial por voluntad expresa de Cristo. El Papa es el «hoy» de Cristo viviendo «en-con» su Iglesia, «confirmando en la fe a sus hermanos». El Papa es el buen Jesús en la tierra, el dulce Cristo en nuestro mundo. El Papa es el Vicario de Cristo, el sucesor de Pedro con todas sus funciones y poderes. El Papa es el: Buen Pastor: Apacienta mis ovejas. Roca viva: «Tú eres Pedro y sobre esta piedra edifi– caré mi Iglesia. Y las puertas del infierno no prevalece– rán contra ella». Poder ele las llaves: «Te daré las llaves del Reino de los cielos ... » para abrir y cerrar. « Lo que atares que– dará atado. lo que desatares quedará desatado ... » Poder de perdonar y retener. Primado de jurisdicción y de honor. Infalibiliclad, por una asistencia especial del Espíritu Santo en materias de fe y costumbres, en la conservación y transmisión del depósito revelado y de la vida cristia– na en todas sus formas y matices cuando habla ex cathedra. - 109 -

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz