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P. CALASANZ La Constitución «dogmática» -se trata de un dato funda– mental, con rigor teológico- habla primero de los laicos y lue– go de los pastores. Sencillamente, porque es antes el rebaño que el pastor. Porque, como ya dijimos, el pastor tiene razón de ser en cuanto que hay rebaño ... El Bautismo configura al cristiano con Cristo «profeta, sacer– dote y rey». La participación de la naturaleza divina por la gracia «consagra» al bautizado para el ejercicio del sacerdocio común con sus funciones específicas, que difieren «esencialmen– te» y no sólo «gradualmente» del sacerdocio jerárquico y minis– terial. En virtud del sacerdocio «común», todos los fieles tienen: La misma dignidad de «miembros» del Cuerpo Místico de Cristo. Para Cristo y para la Iglesia no existe des– igualdad alguna en razón de estirpe o nacimiento, condi– ción social o sexo: «Todos vosotros sois 'uno' en Cristo Jesús» (Lumen Gentium, 32,2). La gracia común de hijos de Dios. Vocación común a la perfección. - El mismo destino de salvación. - La misma esperanza y la misma -«indivisa»- caridad. En virtud de su sacerdocio, los fieles pueden participar acti- vamente: En todos los actos del culto. En 1a presentación de ofrendas. En la oración pública de 1a J glesia. En la celebración de 1a liturgia de la Palabra y de la Eucaristía. En la abnegación y caridad operante. En el testimonio de una vida santa ... SED SANTOS ... Todos somos Iglesia. De esta convicc1on brota la exigencia de ser santos. No hace falta vestir un hábito religioso, ni reti- - 108 -