BCCCAP00000000000000000000337
CRISTO, PROTAGONISTA DE LA MISION POPULAR concepto materialista y terrenal de la vida, con la visión «mun– dana» del mundo. Cristo nos ha enseñado a renunciar a los movimientos de la impiedad y a los deseos del hombre munda– no y a vivir sobria, justa y piadosamente. Alejandro Magno llamó un día aparte a un soldado para hablarle muy seriamente: «Te llamas Alejandro. Y he oído que eres miedoso y cobarde, que tiemblas cuando dan la señal de batalla. Pues escoge: o cambias de nombre o cambias de conducta ... » Te llamas cristiano. Eres hijo de Dios y de la Iglesia. Y he oído que arrastras una vida lánguida; que formas en el pelotón de los torpes, de los rutinarios. de los tibios, de los indiferentes; que has desplazado a Dios de tu vida por el excesivo apego a las cosas materiales; que eres egoísta, ambicioso, lujurioso, altanero; que vendes el alma al diablo para triunfar en los negocios, humillando y explotando al prójimo; que me niegas por cobardía y por respetos humanos; que llevas una vida indigna de un cristiano ... Pues escoge: o cambias de nombre o cambias de comportamiento. UN SOLO Dios, UNA SOLA FE, UN SOLO BAUTISMO ... El Bautismo funda la unidad en la diversidad eclesial. El Pueblo de Dios es la congregación de todos los creyentes: los pastores, los religiosos, los laicos, son «igualmente» Iglesia. El carácter bautismal abraza en la unidad a todos los hijos de la Iglesia. La pluriformidad viene originada y enriquecida por la diversidad de funciones dentro del Cuerpo Místico de Cristo. Los «carismas» son un don del Espíritu para el bien común de la Iglesia. La autoridad en la Iglesia no es un privilegio ni una situación de poder y fuerza, sino un servicio humilde y fraterno, inspirado en el Amor: antes de encargarse del rebaño hay que reiterar la confesión de Amor, de un Amor mayor. - 107
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz