BCCCAP00000000000000000000337

CRISTO, PROTAGONISTA DE LA MISION :POPULAÍZ «Si fuera una de estas cosas no tendría sentido y se– ría un estorbo para la vida; habría, pues, que superar– lo» (Schmaus: Dogmática, 562-Vl). Contrición es: Escindir el corazón, rasgarlo de arriba abajo. Conterere: coger el corazón y triturarlo, desmenuzar el interior con tanta fuerza que no quede en él ni un repliegue ni un movimiento pecaminoso. Coger el corazón en la mano y estrujarlo sin volverse atrás, aunque grite y pida mise– ricordia. Encararse crudamente con el corazón y no huir, aunque nos espante con su fealdad. Pisotear el corazón hasta que se exprima la última gota de sangre putrefacta. Valentía para entrar a saco en el corazón para quitar malezas. Lo decía un santo: «Si supiera que en mi corazón hay una sola fibra que no es de Dios, la arrancaría de cuajo y la arrojaría al fuego.» Dolor sin compasión (P. Sopeña). Dolor firme, íntimo, duro, sin buscar el consuelo raquítico de los egoístas. Un dolor tan intenso que no se puede llorar, cuando el llanto sería una escapada. Aversión al pecado. Un odio visceral, total, agresivo, im– placable, a muerte, al pecado en todas sus formas. Un dolor veraz, sumo, sobrenatural, porque ofender a Dios es disgustar al Padre celestial y crucificar de nuevo a Cristo, que «me amó y se entregó a la muerte por mí». Decía Blanca de Castilla a su hijo Luis de Francia: «Hijo mío, ya sabes cuánto te quiero. Pero preferiría verte muerto a mis pies antes que ver tu alma mancha– da por el pecado.» 91

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz