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116 MISIONES CAPUCHINAS EN ÁFRICA 12.-Por la parte del norte, dos leguas de Cabo Rojo, se halla el río llamado Casamansa, adonde tienen los portugueses la fortaleza que se dice Xamá; en este río se recoge mucha cera, que es el género de que más abunda aquel paraje. A la parte sur de Cabo Verde, a cinco leguas de distancia, pasa el río de San Domingos o Santo Domingo, en altura de once grados y medio, y desde la boca de este río arriba hay dos leguas hasta la población de Cacheo, la cual está situada a la banda del sur del mismo río. Tiene por vecinos esta población a los gentiles llamados papeis o papeleis, y éstos son los que ordi– nariamente la roban y molestan a causa de cogei:la los papeis unos por la parte de oriente y otros por la de poniente, que es por donde están esparcidos los papeis, y así los moradores de la población están sujetos a los reyes gentiles de los papeis, y exentos de los Capitanes mayores de Portugal. 13.-Media legua a la parte de oriente de Cacheo está una aldea grande de los papeis -a todas las poblaciones llaman en aquellas tierras aldea-; en ella tiene su corte el rey que dicen de los Mompatas, el cual no sirve de otra cosa que de recoger en ella a los facinerosos blancos y también a los esclavos que se huyen de Cacheo. Dos leguas más abajo de esta población, adonde llaman la Mata, hay otra grande aldea, adonde asiste el rey que llaman de la Mata; éste es de la misma casta de los papeis y corre parejas en todo con el de Mompatas. Más abajo dos leguas tiene Cacheo otras poblaciones en el sitio que llaman la Mata de Putama; a los que las habitan llaman Falupos y son gentiles bárbaros. Por esta misma costa abajo se encuentra la isla y puerto de Bussis, que también tiene su rey y los vasallos de casta Falupos y tan fieros y crueles todos, que a las embarcaciones portuguesas que pasan por sus puertos, los apresan y matan si se descuidan sus marineros, por lo cual necesitan de ir bien armados. 14.-Más abajo, por la misma parte, a cosa de cuatro leguas, corre el río que llaman de Bisao; en él se halla una isla grande que consta de más de treinta mil moradores; llámanse éstos los papeis de Bisao; tiene su rey y es poderoso y belicosomás que los otros, y siempre que quiere hacer hostilidades, suele echar al agua cien canoas de a cincuenta negros, todos armados. En esta misma jsla hay muchos blancos avecindados y un hospicio que fué de misioneros capuchinos de la Provincia de Castilla, una iglesia y más de qui– nientos cristianos, pero todos viven sujetos al dicho rey por ser tierra suya. Enfrente de esta isla, a media legua, está la nación de los Balantras; son también fieros sobremanera y tan intratables que no consienten comercio con ningún blanco, y, si por desgracia cae alguno en su poder, al instante lo matan. En esta tierra que confina ya con tierra firme, se halla abundancia de mante– nimientos, de ganado y de oro, todo lo cual lo van a feriar y contratar a otras partes de gentiles, rehusando mucho el comercio por sí mismos con los blancos por el temor de que les conquisten sus tierras por la codicia del oro.

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