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MISIONES DE LA ZINGA, BENÍN, ARDA, GUINEA Y SIERRA LEONA 101 de su Teatro eclesiástico, hablando de las iglesias y monasterios del obispado de Valladolid y de las cosas señaladas y memorables de esta insigne ciudad, corte en otros tiempos de nuestros Católicos Monarcas, el cual dice: Fundóse el convento de Capuchinos en el año de 1630; está dedicado a San José y fué su primer Guardián Fr. Serafín de León (100). s.--....:Limitándonos, pues, a los últimos períodos de su apostólica vida, en quienes están vinculadas las mayores dichas y aclamaciones, pues, aunque es de muchos el empezar bien, es empero de pocos el caminar aprovechando y de poquísimos el subir a la cumbre de la perfección. Fué el primer novicio de la Provincia de Castilla, como consta de las cró– nicas nuevas (101). Salió de su Provincia nuestro Venerable ansiado para sacri– ficarse todo a la santificación de las almas, y dejando estos reinos llenos de luz, de doctrina y ejemplo, se embarcó para Guinea; hizo en Gambia y en Arrecife el fruto que dijimos en otra parte; desde aquí, deseoso de rendir para Cristo los leones infieles de Sierra Leona y sus reinos y provincias, deter– minó quedarse en aquel país como lo hizo, sin rendirse a los golpes de la contradicción ni a los riesgos manifiestos de la vida. Aquí tuvo empleos grandes su espíritu seráfico, como ya vimos, pero como le guiaba especial intuito del Espíritu Santo a aquel albergue de leones fieros y ciegos idólatras, él fué el primero entre todos los hijos de la Orden, y aun de la Iglesia toda, que descubrió lo mismo que deseaba su espíritu generoso en medio de tantos combates y peligros. 6.-En Gambia se hallaba, y con haber gran distancia, allí percibía los aires de Sierra Leona, sucediéndole en esta parte, aunque con fin superior, lo que a Alejandro Magno, de quien se escribe: Que navegando en alta mar, descubrió él solo y antes que otro alguno la Arabia feliz por el olor de los árboles aromáticos que en ella hay, a la cual principalmente se enderezaban sus pretensiones. Esta Sierra, llamada Leona por los muchos leones que cría (102), fué siempre la palestra que eligió nuestro león para rendir la fiereza de sus naturales, y (100) GIL GONZÁLEZDÁVILA, Teatro eclesiástico, I, Madrid, 1645, . ~c..~· . (101) ~n realidad, de v~rdad el P. Serafín tomó el há!lito c_apuch' . f . . <l.&'.e,, . Ahcan~e, siendo enton.':.es pa¡e ~el duque de Montalto; fue enviado · -:,cl:fad~. í%, ·· al r~alizarse la f1;1ndac10ndel pn~e: conven!o de la Ord_en en la cort . . rat ~ ;~<ll;.,'...:- 0 ,, su e¡emplo se a~asen otros ª. sohc1tar lo ~smo (Cfr. m1 obra La Pr ~ a trc; J:.rin;!es ·.. ,,\:-' ir ~ Me1;ores Capuchinos de Castilla, I, Madrid, 1949, 393 ss., donde ¡"-_c!:f·a,llr'J_su ?J.O-;:, .,,: :,;,t grafia). ., \~ "'"' ·. · . · '.·. , ,..; / > (102) No se sabe concretamente cuál fué el origen de esta denom ~~ tj":~i ,'.Sierra ... . ~ !> Leona. Ot~os dicen que porque su forma semeja la de una piel de ~eón~~~~cjida ~· En , ,~~ .? lo concerment~ '.1 la g_eografia de ella, costumbres, e!c., d~ ~us h~b~tanteit,~ ea~ J~ ¡.'\ •.. j . MATTHEWS, Via¡e a Sierra Leona en la costa de Afnca, Via¡es Clas1cos, Es~ .-Calpe, :,....,," 1 Madrid, 1942, donde se encuentra un mapa de dicha península. <h.,, .,,.. • 0