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MISIONES DE LA ZINGA, BENÍN, ARDA, GUINEA Y SIERRA LEONA 95 Nótese que habiéndole mandado el cura de la parroquia al sacristán repetidas veces tocase como a muerto, aunque deseaba obedecerle, no lo pudo conseguir por tocarse ellas mismas a fiesta y alegría, según veremos en otros informes. 14.-«Salimos de allí para esta Sierra Leona a 20 de enero y por los puer– tos de los ríos donde se detenía la nao bautizamos mucha gente, es a saber, hijos y hermanos de reyes y otros fidalgos; tres reyes poderosos, que son el de Vener, el de Chubungulo y el de Mambello. Con éste sucedió una cosa prodi– giosa y fué que, estando enfermo del achaque de San Lázaro o lepra horrible, en acabando de recibir el santo bautismo, quedó bueno y resplandeciente, como otro Constantino Magno, el cual, padeciendo semejante enfermedad de la lepra, se le cayeron las escamas y costras y cobró sanidad por medio del bautismo que le administró el glorioso San Silvestre Papa.» 15.-«Hasta hoy tendremos bautizadas más de quinientas personas. Mi compañero se quedó en el río de Nuño, para volverse a dar cuenta a la Sacra Congregación; ya ha vuelto a Sierra Leona a este puerto de Tumbá y estos días ha bautizado al rey de Caracal, que es poderoso-, y a su mujer, hijos y hermanos, cnsa que ha causado grande edificación. »Siento mucho que no se hayan determinado a venir los Padres Fr. José de Málaga y Fr. ·Andrés de Sevilla, pues ni en el Congo ni en parte alguna se puede hacer mayor fruto que aquí; y si viniesen religiosos con fe en Dios se habían de convertir presto estos reinos, pues en todos ellos están pidiendo el santo bautismo. »No puedo ser más largo porque está ya para partirse el barco que aquí ha llegado. »Dios guarde a vuestras mercedes muchos años en su divina gracia. De este puerto de Tumbá, a 3 de abril de 1658 años. Capellán y afecto servidor de vuestras mercedes, Fr. Agustín de Ronda, Prefecto e indigno Capuchino.» 16.-Estas fueron las primeras noticias que llegaron a España después de la muerte del P. Fr. Serafín de León. Estas y otras muy singulares se fueron difundiendo luego por varias partes, publicándolas los mercaderes y comer– ciantes que pasaban a aquellas costas a sus comercios y dependencias; unos las referían con más individualidad, otros con menos, pero aunque variaban en el modo, no en la sustancia. Por esta causa hemos puesto a la letra las cartas referidas, a cuyos autores por todas razones se les debe mayor crédito ; ellos fueron doctos y santos y los más proporcionados cronistas de varón tan esclarecido y, aunque en breves razones, dicen mucho y admirable, si se repara atentamente. 17.-Con lo dicho parece había satisfecho al común deseo y al contexto de nuestra historia; pero acordándome que fué Padre y Superior de la Pro– vincia de Castilla, de quien soy hijo, aunque indigno, y que como a Padre le

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