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94 MISIONES CAPUCHINAS EN ÁFRICA esforzado espíritu, los cuales se embarcaron en Cádiz para este efecto a 14 de junio del año referido (95). Apenas llegaron a los primeros puertos de Sierra Leona, cuando supieron era ya muerto el P. Serafín de León. Con esta noticia y ver la necesidad grande que había en aquellas partes de operarios evangélicos, se volvió inme– diatamente a Europa el P. Fr. Juan de Peralta a pedir nuevo socorro de reli– giosos, y, hecha brevemente la diligencia, pasó a buscar al P. Fr. Agustín de Ronda, su compañero. 12.-Trabajaron estos dos religiosos admirablemente en diferencia de un año y como era mucho lo que hallaron cultivado por el P. Fr. Serafín, eran muy considerables las cosechas para las trojes de la Iglesia. De todo nos da suficiente luz la siguiente carta, que es copia de otra que escribió el P. Fr. Agus– tín de Ronda desde Sierra Leona a ciertos mercaderes de Cádiz amigos y bienhechores suyos, que le hicieron la costa de la conducción cuando pasó a esta tierra. En ella participa las primeras noticias que se tuvieron en España de la· muerte del P. Fr. Serafín, las cuales fueron las más recientes a su dichoso tránsito y las adquirió originales de los mismos sujetos que le cono– nocieron y gozaron de su doctrina y ejemplo y se hallaron presentes a muchos de sus prodigios y especialmente al que sucedió al tiempo de darle sepultura en Cacheo. La carta dice así y de su contenido iremos dando más individuales noticias en los capítulos siguientes : 13.-«Con el favor que vuestras mercedes me hicieron ha querido nuestro Señor que consiguiese lo que tanto deseaba. Desde la isla de Tenerife salimos para Cacheo, donde nos recibieron con mucho agrado y adonde recibirán también cualquier nao castellana, por el útil que de ello tienen. Allí tuvimos noticia cómo había muerto el P. Fr. Serafín de León po-r el junio pasado del año de 1657 y con opinión de santo, pues predijo el día y hora de su muerte, y, al echar su cuerpo en la sepultura, se tocaron las campanas por sí mismas. (95) Aunque los Superiores de Andalucía se oponían a la partida de estos Pa– dres, sólo consiguieron quedasen los PP. José de Málaga y Andrés de Sevilla, que también habían pedido ir a la misión. Fueron, en cambio, con los PP. Ronda y Pe– ralta el P. Fernando de Contray y el Hno. Fr. Quirino de Amberes, ambos flamencos; iba como Prefecto el P. Agustín de Ronda . El P. Fernando y Fr. Quirino no se por– taron ni medio bien; el primero abandonó la misión en hábito de seglar y se dirigió a Sevilla y luego a Inglaterra, llevando consigo muchas mercancías en 1659; a la vuelta se encontró con Fr. Quirino en Canarias y le hizo ordenar sacerdote (APF, SA, v. 253, f. 46, relación del P. Francisco de Jerez (1663), y Acta, 10 .oct . 1663). El P. Juan de Peralta, en carta del 14 de mayo de 1664, dice que efectivamente el P. Contray se había marchado a Inglaterra, ignorándose su paradero, pero, en cambio·, que Fr. Quirino había muerto en Cabo Verde, donde él se encontraba al escribirla (APF, Acta, 13 julii 1665, v. 34, ff. 156-8).

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