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MISIONES DE LA ZINGA, BENÍN, ARDA, GUINEA Y SIERRA LEONA 93 rosarios, y renovación de los Oleos santos: autoridad para castigar y proceder jurídicamente en todo lo necesario para el progreso y buen gobierno de esta cristiandad, como lo· dicen las Bulas Apostólicas de los misioneros de Indias, de las cuales yo me he valido, es a saber, para casos contra la fe.» 8.-«0tras cosas tenía de qué avisar, las cuales omito por no ser más prolijo, y también porque ya V. C. las habrá experimentado, a quien suplico por amor de Dios ponga todo esfuerzo en que se cuide de esta misión, pues de verdad son los naturales muy capaces y dóciles para las cosas de la fe, aunque al presente la falta de la lengua y las muchas hechicerías y supersticiones impiden el gran fruto que se podía hacer; y a mí le ruego me haga encomendar a Dios, que me hallo viejo y sin fuerzas para tantas cosas como veo eran menester. Dios dé a V. C. mucha vida y salud.» 9.-«Pero si acaso no llegara esta carta a sus manos y la viere algún Padre Guardián o religioso de nuestro santo hábito, le ruego la ponga en manos de los Reverendos Prelados mayores, a quien suplico la reciban como escrita a sus Paternidades muy . Reverendas, y que como a causa tan del servicio de Dios nuestro Señor, la atiendan, acudiendo a buscar el remedio o por medio del P. Prefecto de la misión, que volvió a Andalucía, o de la Sacra Congregación de Propaganda Fide. Guinea, Sierra Leona y puerto de Tumbá, a veinticinco de febrero de 1655 años.-Muy siervo de V. C., Fr. Serafín de León.» 10.-Por el tenor de esta carta del siervo de Dios y por la de su santo compañero Fr. Antonio de Jimena, se nos manifiesta parte de lo mucho que trabajó en aquellas partes de Gambia y Sierra Leona. Prosiguió luego las reducciones con igual fervor; convirtió a nuestra santa fe al emperador de los Sapis y a otros reyes de quienes hablaremos más adelante, y habiendo reducido a éstos, necesariamente habían de ser innumerables las almas que convirtió, por– que, como muchas veces hemos dicho, los vasallos de estos reyes son muchos y tan fieles imitadores de ellos, que; así en lo malo como en lo bueno, siguei;i sus pisadas con notable tenacidad. . Con estas sagradas conquistas padeció el bendito Padre increíbles trabajos y persecuciones, no obstante que hasta los mismos le aclamaban por varón santo, ateniendo al ejemplo de su tolerancia y vida inculpable. 11.-0bró nuestro Señor por su medio varios prodigios y milagros en dife– rentes partes donde estuvo, los cuales divulgaron los mismos émulos de la misión, así en todos aquellos puertos de la costa de Africa como en Portugal; mas por la larga distancia y por la interposición de las guerras de Castilla y Portugal no pudo ser socorrido de religiosos hasta el año siguiente de 1657, en el cual, con autoridad apostólica, pasaron a ayudarle los Padres Fr . Agustín de Ronda y Fr. Juan de Peralta, uno andaluz y otro navarro y ambos de.muy