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MISION DE LOS CAPUCHINOS EN GUAYANA 291 nado río Orinoco, en que entraron a ejercer su instituto apostólico en virtud de mi real licencia, y no haber quedado en ella más indios de convertir, deseando satisfacer su infatigable anhelo, concordaron y con– vinieron los expresados religiosos misioneros con los Capuchinos y Je– suitas pudiesen predicar y extender el sagrado Evangelio en la otra ban– da del referido río, señalándose unos y otros el sitio donde habían de ejercer sin confusión su sagrado empleo, y que para que tenga perpetua estabilidad y fuerza lo acordado entre las mencionadas tres Religiones, me suplicaba fuese servido confirmar en todo y por todo la citada con– cordancia, cuyo tenor es como sigue: "En la ciudad de Santo Tomé de la Guayana, en veinte días del mes de marzo de 1734 años, el señor coronel don Carlos de Sucre, go– bernador y capitán general de estas provincias y la de el Dorado y las demás descubiertas y por descubrir de el río Orinoco, de la Nueva An– dalucía, Nueva Barcelona, sus costas y presidios, por el rey nuestro se– ñor, convocó y juntó a estas casas reales, morada de Su señoría, al Rmo. P. José Gumilla, de la venerable Compañía de Jesús, superior de la mi– sión de Jesuitas en este Orinoco; al Rmo. P. Fray Agustín de Olot, Prefecto de la misión de Capuchinos, situada en dicho Orinoco, a los RR. PP. Fray Tomás de Santa Eugenia, Fray Antonio de Berga y Fray Benito de Moya, de la sagrada Religión de Capuchinos y misioneros apostólicos; al Rmo. P. Fray Francisco de las Llagas, de la Regular Obser– vancia de nuestro Padre San Francisco y presidente de la misión de los misioneros de Píritu, y a los RR. PP. Fray Francisco Rodríguez de Le– desma, Fray Matías García, Fray Lorenzo Algaba y Fray Bernardino Camacho, de la Regular Observancia y misioneros apostólicos de las con– versiones de Píritu, y estando juntos y congregados sus RR. PP., su Se– ñoría les propuso y dijo que, estando para pasar a esta provincia de la de Cumaná, así por la novedad del quebrantamiento de paz cometida por la nación caribea con grave ruina espiritual de los indios convertidos y desacato de los templos como a la ejecución de algunas reales órde– nes, y siendo informado del mucho número de indios que hay que con– vertir en este Orinoco y distintas y diversas bárbaras naciones que ha– bitan sus territorios; con vista de la real facultad concedida por Su Ma– jestad, Dios le guarde, a los RR. PP. Observantes misioneros de Píritu para la conversión de los caribes de este Orinoco y por haber abundantí– simos territorios y numeroso gentilismo en ellos a quien convertir a la grey de la Iglesia, enterado de la falta de operarios que hay para ello este dicho Orinoco y reconociendo el mucho fervor en la propagación