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270 FUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA a que no puedo condescender por ningún pretexto, y, de obrarse en con– trario, quiero siempre el poder ocurrir según el derecho en donde con– venga. Por todo lo cual: A vuestra merced pido y suplico haga y mande obrar según y como llevo demandado por ser de justicia que pido en este papel común, por no correr en la provincia el sellado, y juro lo necesario, etc. - Fray Tomás de Santa Eugenia, Prefecto. Decreto. - Vista esta petición, lo en ella pedido en esta parte lo que conviene con lo mandado por el Sr. D. Agustín de Arredondo, goberna– dor y capitán general de la isla Trinidad de la Guayana y sus provincias, por auto de veintinueve de diciembre del año pasado de mil setecientos treinta y uno y no contradecirse al convenio y concordia que esta parte tiene hecha con los M. RR. PP. misioneros apostólicos de la Compañía de Jesús, debía mandar y mandó se guarde, cumpla y ejecute todo lo man– dado en dicho auto, y a esta parte se le dé el testimonio que pide. Y así lo proveí yo, D. Francisco Javier de Robles y Lorenzana, teniente de jus– ticia mayor y capitán de guerra de esta ciudad de Santo Tomé de la Gua– yana y su provincia con los testigos ante quien actúo por no haber escri– bano en ella. En veinte y dos de febrero de mil setecientos treinta y dos años. N. B. - Según el P. Gumilla, éste es "un tanto de la concordia y compromiso hecho entre mí y los RR. PP. misioneros capuchinos en esta Guayana a principios del año de mil setecientos y treinta y dos". (Au– tos citados, f. lv.). 85 Certificación de la fundación y estado de la misión de San Francisco de la Ceiva Yucuari (15 noviembre 1732). - Original (AGI, Santo Domingo, 678). Relación certificada que yo, el P. Fr. Antonio de Berga, religioso capuchino de la santa provincia de Cataluña y misionario apostólico de las vivas conversiones de esta provincia de Guayana, doy al Sargento mayor D. Juan José de Orbay, alcalde gobernador de la isla de la Trini– dad y Guayana, del estado de esta nuestra misión de San Francisco nuestro Padre de la Ceiva Yucuari, que con el mérito de la santa obe-