BCCCAP00000000000000000000185

-99- gran aprovechamiento de las misiones y del propio ministerio. 3. 0 ¿Por qué es tan pobre nuestra literatura misional?-¿Y qué podemos decir de nuestra literatu– ra misional? «Es un hecho doloroso que nos hayamos dejado aventajar en este terreno por los protestantes, a pesar de haberse empezado a mover ellos mucho más tarde que nosotros. Sobre todo nosotros, los italianos, aunque podemos estar orgullosos por las huellas, que en cues– tión de apostolado hemos dejado en el mundo, debemos confesar, no sin avergonzamos, que ocupamos uno de los últimos lugares en 1a literatura misional, tanto en lo que se refiere al número de misioneros, como en lo que atañe al progreso de las regiones, cuya evangelización nos ha sido confiada desde tiempos antiquísimos. Deja– mos escapar la ocasión que tuvimos de inmórtalizamos, aún a costa de poco esfuerzo, cuando estábamos casi solos en el inmenso campo de las misiones católicas y ahora ya no es posible reparar el error cometido; pero podemos y debemos organizar mejor nuestras fuerzas para oponerlas de una manera eficiente a la herejía do– minadora. Mas para conseguir esto, necesitamos una prepatación adecuada, pues de otro modo, no saldremos nunca de los lugares comunes y de las simples crónicas de periódico, que si pueden interesar a una u otra per– sona devota, no podrán núnca aspirar a ser una litera– tura verdaderamente misional, cuya influencia se deje

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz